Cada día que pasa estamos más cerca del gran partido de la temporada pero seguimos con los experimentos en el centro del campo. Las lesiones y sanciones tampoco facilitan la consolidación de una línea firme y con garantías. Pero la prolongada ausencia de Xavi sobre la que no vale la pena insistir, la de Motta, las intermitentes de Márquez, la irregularidad de Edmilson y las decepcionantes actuaciones de Van Bommel e Iniesta, agrandan el papel de Deco en el equipo. Es el líder, como ya lo era en el Oporto de José Mourinho, un equipo que en la parte de atrás se parecía bastante al Barça.
Ya sé que todas las comparaciones son odiosas pero Puyol y Ricardo Carvalho tienen bastantes semejanzas; sus laterales (Paulo Ferreira y Nuno Valente), incluso superaban a los nuestros; el otro central, el veteranísimo Jorge Costa, hace cuatro años (ya tenía 31) aún podía ser equiparado a Rafa Márquez, con superávit de calidad y rapidez para el mexicano, y déficit en colocación y contundencia; y, en el centro del campo, que yo recuerde, todo pivotaba alrededor de Deco, con dos medios más recuperadores que los nuestros (Costinha y Maniche). Delante no hace falta comparar porque los McCarthy, Derlei, Carlos Alberto (¿qué habrá sido de este joven que tanto prometía?) y Jankauskas, aquí habrían jugado menos que Maxi López.
Pero es indiscutible que la garantía de este Barça, la recuperación del equilibrio perdido en una eliminatoria copera en la que nos acaban de endosar ¡cinco goles, cinco!, pasa por darle el mando a Deco. Y diría más: que sea él quien, de un modo discreto pero convincente, le haga saber a Frank Rijkaard de qué modo, es decir, con quiénes y cómo, podría completar mejor esa tripleta. Van Bommel está horroroso y, en vez de crecerse con el ostracismo (como ha hecho Giuly), lo veo un poco flojeras mental. Si en Londres hace el partido de su vida, pelillos a la mar. Pero a ver si espabila. El partido ante el Atlético, al filo de la navaja, será la prueba del nueve para el frisón.
¿E Iniesta? Sus fans me recordais a los de Riquelme. ¡Qué pesaditos se ponían, los tíos!. Para mí, Iniesta es un sensacional futbolista... de los treinta últimos minutos, como lo fue la pasada temporada, la mejor de su carrera. Pero, de titular, tiene un curriculum como para echarse a llorar: fue titular en Stamford Bridge, ante el Celtic y frente al Zaragoza. Aparece en todas las noches tristes. Sí, ya sé que no jugaba solo. Pero el pobre chaval, parece haber pisado mierda, con perdón.
Positifo: aunque polémica, la resolución del Comité de Competición sobre la injusta tarjeta roja a Ronaldinho. El CC, supongo que aconsejado por el tahur Gaspart, ha hecho un cambalache de modo que Apelación pueda quitarle el partido al brasileño, lo que habría sido imposible (mejor diría irreparable) si el partido de sanción lo hubiera cumplido mañana ante el Atlético (como en justicia deportiva le corresponde).
Nejatifo: que el ganador de esta tarde en el Camerún-Costa de Marfil, tenga que permanecer una semana más en Egipto. Recuerdo que el partido (18 h. Euroesport), enfrenta a Didier Drogba (Chelsea) y Samuel Eto'o. Otro jugador del Chelsea, el ex madridista Geremi, es una de las piezas más firmes de Camerún, gran candidato a ganar el partido y la CAN. Para quienes hacen cuentas de si Eto'o podría reintegrarse al Barça a tiempo de jugar en Mestalla, les recuerdo que si Camerún juega la final, el de Valencia sería el octavo partido (alguno de los que vienen ahora puede tener prórroga), disputado por Eto'o en 19 días.
Deco es el líder natural
sábado, 4 de febrero de 2006 | Publicado por Enric Bañeres en 12:02 p. m.
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