Sólo por ver lo guapísimas que estaban Pilar Calvo y Cristina Cubero, valía la pena esperar a que Mundo Deportivo cumpliera cien tacos. Ni las tres estrellas michelín de Ferran Adrià, que nos ha dado muy bien de cenar pero, que no se me moleste O Rey de los chefs, a veces he quedado más satisfecho en El Portolés o en l'Estevet. Este mediodía, sin ir más lejos, el menú del Hildelberg (sala fumadores) no estaba nada mal (pastel de berenjena y estofado), sobre todo porque me agrada echarme al coleto una jarra como dios manda de cerveza, o sea una jarra de las de verdad, cuando ya he trasegado la mierdecilla de jarrita que entra en el menú. ¡Hay que cuidar esos detalles!.
De las tres periodistas que más llamaban la atención en la fiesta de Mundo Deportivo, ya he dicho que me quedo con Pilar y Cristina. Con Leticia Ortiz, también, pero por puro corporativismo.
He tenido dos veces al verdadero monarca de la noche a mi lado. La primera, me ha evitado con un regate que de habérselo hecho al portugués Barbosa, Brasil habría ganado el Mundial de 1966 y él, Edson Arantes do Nascimento, se habría evitado el quirófano. Pero, a la segunda, ya cenados, me he dicho: "Esta vez no te me escapas". Y, mientras O Rey firmaba autógrafos con la facilidad con que sorteaba contrarios en México'70, le he echado mi brazo derecho sobre el hombro, y le he dicho a mi amigo Vladimir Stankovic, que andaba por ahí con una minúscula digital: "¡Dispara, Vlada!". Porque yo también soy un niño: me emociono al ver, tocar, tener cerca, convivir con personalidades del deporte como las que he tenido la suerte de compartir esta noche una inolvidable velada.
En cuanto reciba la fotografía, espero de los buenos oficios técnicos e informáticos del Capitán Forceps para colgarla en el blog. Para presumir pero también para que veais que no siempre miento.
Positifo: ver a Frank Rijkaard (cuya mano también he estrechado, lo mismo que la de Txiki y muchas otras), tan animado de cara a superar la eliminatoria contra el Zaragoza (que ya sabeis que, por mi, si no se supera no será ninguna catástrofe).
Nejatifo: que a menos de 24 horas de la reanudación (o no) del partido Valencia-Depor, todavía no se sepa con certeza si los minutos que se van a jugar tendrán alguna validez. Tenemos la federación (y los árbitros) que nos merecemos. (Y no digo los públicos que nos merecemos, como el de Mestalla, porque público somos todos).
Me lo he pasado pipa
miércoles, 1 de febrero de 2006 | Publicado por Enric Bañeres en 1:51 a. m.
Suscribirse a:
Comment Feed (RSS)
|