La semana pasada califiqué de “valiente y responsable” la decisión de Rijkaard de dejar fuera de la convocatoria a Ronaldinho y Deco, y creí a pies juntillas su explicación: no viajaban a Sevilla para tenerlos al ciento por ciento ante el Udinese. La consecuencia fue que jugamos ante el Betis con un equipo hipermotivado (Eto’o metió dos golazos y dos hombres de refresco, Van Bommel y Ezquerro, los otros dos), y recuperamos a los dos fenómenos ante el Udinese: llegaron tan descansados que entre Ronaldinho (3) y Deco anotaron los cuatro goles barcelonistas.
Ese chaparrón de goles coincidió con una lluvia pertinaz de presiones mediáticas sobre el entrenador para que, si había sido tan valiente con dos jugadores (y no dos jugadores cualesquiera), siguiera demostrándolo con el resto de la plantilla. Es decir: que el descanso no fuera una medida excepcional sino que se aplicara a toda la plantilla casi, casi por convenio. Que Edmílson iba fuera ante el Udinese, estaba cantado y que Giuly le dejaría el puesto a Messi, no suscitó ninguna discusión y sí múltiples parabienes. Pero, las presiones siguieron barrenando sobre el cerebro del míster: “¿Y Eto’o? ¿no va a rotar nunca Eto’o? ¿Y Puyol?”.
Al final, el valiente y responsable entrenador al que la semana pasada no le tembló el pulso, parece haber cedido a las presiones y, venga o no a cuento, ha claudicado ante quienes le exigen “rotaciones por coherencia”, vengan o no a cuento, tengamos o no un Udinese en puertas para el que convenga reservar algún futbolista. Del mismo modo que hace diez días pedí un descanso para Ronaldinho y Xavi (luego resultó Deco, a todos los efectos lo considero lo mismo), hoy me parece que retirar a Xavi ante el Zaragoza es correr un riesgo innecesario. Personalmente, considero que el Zaragoza será el Villarreal de esta temporada y acordaos cómo nos fue el año pasado ante el Submarino Amarillo.
Escribí el jueves en Mundo Deportivo que lo que otros consideran castigo o toque de atención –que viene a ser lo mismo- para mí era una purga coyuntural para evacuar de una vez el empacho de mal fútbol que habíamos tenido ante el Atlético y el Valencia. Aplicada tan drástica solución, el cuerpo se nos ha quedado como nuevo. Pero también advertí que aplicar sin extrema prudencia una sobredosis de purgas, convertirá un vestuario angelical en un purgatorio.
Nota: entrad en la porra del Capitán Forceps. Yo ya he apostado, como podréis comprobar. Mañana por la noche dices quienes más han acertado, ¿vale, ¡oh! capitán?
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Nejatifo: las botas con adornos de oro de 24 kilates que se va a calzar Ronaldinho esta tarde y que me parecen una desmesura –amén de una horterada- sólo equiparable a celebrar los goles haciendo el escarabajo.
Positifo: que Mónica Palenzuela lleve escritas preguntas a las ruedas de prensa. Yo lo he hecho siempre, desde hace más de 30 años, y explico a mis alumnos de la Universidad que es lo que se debe hacer para evitar improvisaciones que producen vergüenza ajena tales como: “¿Justo el resultado?” (tras una derrota por 0-3); “¿Qué cambiarías del partido?” (tras una derrota por 0-4); “¿Te molestó oir pitos del público?” (tras una derrota por 0-5); “¿Crees que peligra tu continuidad?” (tras una derrota por 0-6); “¿Te habría gustado terminar de otro modo en el club?”, tras una derrota por 0-7…
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Tanco la barraca fins dilluns i miraré d’atançar-me a Ítaca
Xavi, estás nominado
sábado, 1 de octubre de 2005 | Publicado por Enric Bañeres en 12:47 a. m.
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