Empatar en Sevilla es encarrilar la eliminatoria. Estamos en la línea que iniciamos en Lyon, continuamos en Montjuïc, culminamos en Mestalla…y quebramos lamentablemente ante el Madrid. Osia: miras las alineaciones y ves que, sin unos cambios innecesarios y además políticos –en Lyon y Montjuïc nos empatan cuando entra Ronaldinho-, podríamos estar hablando de dos meses fabulosos. ¿Y el juego? Bien, gracias. Estoy casi por decir que en Sevilla, muy bien. Porque el juego es lo que te conduce al resultado y el resultado es bueno...aunque la eliminatoria sigue abierta. ¿Fue mejor el Sevilla? Yo diría que fue el más brioso, el más veloz, el más alocado. Y todo eso me produjo la sensación de estar viendo a un Blackburn Rovers o un Reading, equipos que siempre te dejan con la sensación de que tenían que haber ganado. Pero, no nos engañemos: el fútbol, y más tan cerca de la Maestranza, tiene algo de toreo y hay que saber templar y mandar. Que es lo que hizo el Barça ante un miura desbocado. Fue el seny (la sensatez del Barça) contra la rauxa (el arrebato sevillista), ejemplificado en el primer gol: el arranque individual de un sevillista lo corta con limpieza de cirujano Márquez, mete un pase a lo Baresi y culmina Henry a lo Van Basten. ¿Eso no es arte?.
Positifo: el excelente partido colectivo del Barça ante un rival muy motivado y teóricamente superior, en el que destaco la cada vez más evidente recuperación para la causa de Thierry Henry, que recupera su condición de Titi y aparca espero que para siempre la de Toto.
Nejatifo: la lesión de Edmilson, que estaba haciendo un buen partido, un jugador decididamente tocado por un mal fario. ¿Será que alguna oveja negra le ha hecho vudú…?
¡Bon dia, bona sort i bon viatge a Ítaca !
El Barça que necesitamos
jueves, 10 de enero de 2008 | Publicado por Enric Bañeres en 11:00 a. m.
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