El fichaje de Van Bommel, que ha sido uno de los mejores jugadores del PSV Eindhoven liderado por nuestro viejo conocido Philip Cocu, es un claro reconocimiento de que el Barça cometió un error al dejar marchar a aquel gran capitán holandés, cuando tenía cuerda (y ganas) para un par de buenas temporadas. Posiblemente el club entendió que con Edmílson y Motta en forma, Cocu habría sido innecesario. Pero ese argumento se cae por su peso puesto que, ahora que están recuperados Edmílson y Motta, podríamos decir lo mismo de Van Bommel: que es innecesario. Y más después de la colosal temporada que ha realizado la línea media del equipo -Márquez, Xavi y Deco-, sosteniendo con bravura todo el peso de la temporada. Claro que, en ausencia de Márquez, ¡qué bien nos habría venido tener a Cocu en el campo del Chelsea!.
En Van Bommel, Cruyff y su títere acólito (pese al cual hemos ganado la Liga) creen ver la reencarnación del Cocu más joven y pletórico pero igualmente líder y profesional de pies a cabeza. Coincido en esa apreciación. El holandés, además, va a ser una pieza importante para desbrasilizar el equipo, un objetivo que flota en el ambiente laportista desde que alguien manifestó un inequívoco “sobran brasileños”. Porque Van Bommel será titular y, en tal caso Motta y Edmílson lo tendrán difícil para afianzarse en el equipo. Otro acertijo de fácil resolución es que Van Bommel entrará en el once por Rafa Márquez, incluso desplazando a Xavi a la posición de cuatro. Pero, ¿el azteca al banquillo? De ningún modo: el manito a su posición originaria de defensa central, junto a Puyol. ¡Cómo! ¿Oleguer fuera, ahora que Cruyff aboga porque se le suba la ficha? De ningún modo: necesitamos referentes simbólicos y eso Oleguer ya lo será de por vida. Hula, titular como la copa de un pino al menos hasta que avistemos los farallones de Ítaca…pero como lateral derecho. ¿En vez de quién? De Iuliano Belletti, of course.
Que nadie vea en todo esto ganas de maraña, porque el equipo resultante para mi -y lo digo ahora- es mejor en defensa (Oleguer-Puyol o Puyol-Oleguer, Márquez y otro), el mejor medio del campo de Europa, incluído el Chelsea (Van Bommel, Xavi y Deco) y más fuerte en ataque, por la sencilla razón de que el trío Giuly (que en este segundo año explotará, estoy seguro), Eto’o y Ronaldinho, contará con el oxígeno de un Larsson hipermotivado ante su probablemente última temporada, un Ezquerro famélico de gloria y veremos que pasa con Maxi…y hasta con Saviola, que cuenta con la bendición del amigo invisible.
Por lo tanto: escabechina lenta pero inapelable de brasileños a la vista; plantilla más competitiva (aunque con marejadillas en el clima del vestuario, clave esta temporada) y, lo que nunca debimos hacer, darle puerta a Cocu, reparado por persona interpuesta.
Anexo.- Mañana explicaré por qué me irrita que el cruyffismo se haya adueñado del Barça del soci de un modo revanchista y sectario. Y cómo me ofende que los hijos de los turistas del ideal, cuya mediocridad me hace dudar de su ADN, os den ahora el pienso intelectual para que interpreteis el nuevo Barça.
¡Bona nit... però la brúixola no m'acaba de marcar el camí d'Ítaca!
¿Sobran brasileños?
viernes, 20 de mayo de 2005 | Publicado por Enric Bañeres en 12:12 a. m.
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