Veo peligrar la Gran Muralla China. En cuanto Laporta haya hecho socios del Barça a varios cientos de miles de chinos, se cargarán la muralla por el simple hecho de ser anterior a la Revolución Cultural. Me repito, pero es que esa idea me ha gustado y me reafirmo en ella al comprobar que el Barça también es especialista en hacer política de tierra quemada con toda la historia anterior a la llegada de la actual directiva al poder. Directiva que trata de sustentar sus trágalas a base de mentiras. Por ejemplo, dijo que la policía le había obligado a retirar la pancarta independentista el día del Barça-Madrid y mintió, como posteriormente dejó claro el delegado del Gobierno en Catalunya en los micrófonos de Ràdio Barcelona. La directiva ha dicho que no se va a festejar la Liga en la Plaça de Sant Jaume por razones de seguridad y ha mentido, pues la consejera del ramo, Montserrat Tura (una de mis grandes ídolas), se ha apresurado a afirmar que los Mossos d’Esquadra (la policía autonómica), no ha aconsejado ni desaconsejado nada al respecto. Personalmente imagino que la propia consellera sería la primera interesada en que sus correligionarios socialistas, el alcalde (Joan Clos) y el presidente de la Generalitat (Pascual Maragall), participaran del baño de masas que, durante el nuñismo, recibió Jordi Pujol casi un año sí y otro también. Porque, durante el nuñismo, amén de otros trofeos menores, el Barça llevó a la Plaça Sant Jaume 7 ligas, 1 Copa de Europa, 4 Recopas y 6 Copas del Rey. Si rompemos con esa tradición, ocultamos ese pasado y escupimos sobre nuestra historia. Es como si los chinos derribaran su Gran Muralla, pero eso no puede sorprender a nadie porque el laportismo ya hace tiempo que ha derribado esa muralla (de hecho es lo que muchos barcelonistas le aplauden). Pero lo más obsceno no es derribar la Gran Muralla sino construir pisos en el solar resultante.
Laporta derriba la Gran Muralla
miércoles, 11 de mayo de 2005 | Publicado por Enric Bañeres en 12:22 a. m.
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