Xavier Sala Martin, profesor de la Universidad de Columbia, preside la Comisión Económica Estatutaria del Barça pero no parece ser una eminencia en cómo llevar el club, pese a sus teorías neoliberales. Es el padre del concepto círculo virtuoso, según el cual un club tiene que disponer de los mejores jugadores para ocupar una gran cuota mediática, ampliar mercados, ganar más dinero que nadie, comprar los mejores jugadores y, vuelta a empezar. Con este operativo mercantilista y globalizador, que hace unos años repugnaba a los puristas, intelectuales y escritores como Ernest Lluch y Manuel Vázquez Montalbán, comulga plenamente Jan Laporta, el presidente que apenas hace un año no ocultaba su envidia por el Real Madrid y el modelo Florentino, al lamentarse: "Ellos tienen once portaaviones y nosotros sólo uno".
Sala Martín es partidario de que los encuentros europeos, que en su día fueron asimilados al carnet, sean de pago para los socios del Barça. Además de una estafa -volver a cobrar al socio algo que ya ha pagado- ello supone una temeridad económica (si el equipo es eliminado a las
primeras de cambio) y una deportiva (que el estadio esté vacío si el rival y la climatología convierten el partido en poco atractivo).
Partidario de convertir el Barça en una marca más de un mundo globalizado, al estilo McDonald's o Disney (ejemplos que él mismo utilizó en un artículo de apoyo electoral a Laporta), Sala Martin no desdeña el resultadismo (algo consustancial con un fan declarado de Goerge Bush, pues cree que lo que hace grande a un club son los resultados (y en eso coincidimos). Así lo afirmó el miércoles 16 de marzo en el programa La Graderia, de Ràdio Barcelona, al afirmar que el actual modelo del Real Madrid es insostenible sin triunfos constinuados. En este sentido, Sala Martin se mostró optimista sobre la posibilidad de que, a base de éxitos, el Barça pueda tener algún día la misma o superior cotización internacional que el Real Madrid (en eso ya me cuesta más coincidir con él, y me parece contradictorio que su pragmatismo no le haga ser más cauto). Pero ahí cometió un grave lapsus, durante la mencionada entrevista radiofónica, ya que dijo que, en la
actualidad, el caché internacional del Madrid es el doble que el del Barça, y especificó que el Madrid cobra 4 millones de euros por partido amistoso, mientras que el Barça cobra 2 millones de euros. Grave desconocimiento por parte de quien tiene que orientar (aunque sin que sus dictámenes sean vinculantes), las finanzas del Barça ya que, sólo dos días después, la prensa oficial de la directiva azulgrana, aseguraba que el Barça "cobrará 2,5 millones de euros por dos partidos a disputar a final de temporada en Japón". ¿No deberían ser 4 kilos según los cálculos de XSM...? ¿es que las cuentas del Barça actual se llevan "millón y medio arriba, millón y medio abajo"...?
Si al gran ideólogo de la economía laportiana no le cuadran los números, ¿cómo nos podemos extrañar de la falta de transparencia en los fichajes? ¿cómo sorprendernos de que si bien los ingresos (gracias a los socios, abonados y al contrato de TV firmado en su día por Núñez, con una encomiable visión de futuro) se han incrementado, no se diga nada de la deuda? (que fuentes bancarias sitúan en 50 millones de euros más que hace un año).
Patinazo virtuoso de Xavier Sala Martin
viernes, 18 de marzo de 2005 | Publicado por Enric Bañeres en 12:21 a. m.
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