Tres jugadores rebotados de la “Liga de las estrellas” marcaron goles decisivos para sus equipos en los octavos de final de la Liga de Campeones: Luis García, que anotó dos tantos para el Liverpool en Leverkusen; Roy Makaay, que hizo lo propio a favor del Bayern de Munich en el partido de ida contra el Arsenal, y Marcelo Danubio Zalayeta, el sorprendente y ecuánime delantero uruguayo del Juventus que, si hace dos años sepultó las ilusiones europeas del Barça, este año no quiso ser menos y hundió al Madrid en una grave crisis deportiva e institucional.
Resulta en cierto modo paradójico que una liga tradicionalmente compradora como es la española se deje escapar a esos jugadores, buenos futbolistas pero sin apenas relevancia mediática. No son los únicos en su situación que van a jugar los cuartos de final de la Copa de Europa. Ahí están los ex madridistas Makelele (Chelsea), Cambiasso (Inter), Ze Roberto (Bayern de Munich) y Seedorf (Milan), todos ellos centrocampistas afianzados como titulares en sus equipos y en posiciones en las que el Madrid es deficitario. Tampoco hubo razones deportivas sino “de imagen” cuando el Madrid se desprendió de cada uno de esos jugadores que hoy le serían de suma utilidad.
Pero los equipos, y sobre todo los presidentes y los jefes de marketing, prefieren buenos jugadores a jugadores útiles y necesarios. Eso se lo oí decir a Míchel, el lunes por la noche en El Larguero de la Ser, y comparto por completo su opinión (creo que por primera vez en mi vida, aunque espero que sirva de precedente pues de todas las opiniones de pueden extraer enseñanzas positivas). Del conflicto de intereses (departamento técnico-departamento comercial), arranca la descompensación de muchas plantillas y el posterior fracaso de sus equipos.
También van a estar en cuartos de final de la Copa de Europa el ex barcelonista Cocu (PSV Eindhoven); Réveillère, que tras un paso discreto por el Valencia, contribuye a los éxitos del Olympique de Lyon, lo mismo que hace Lizarazu, ex del Athletic, en el Bayern de Munich; Cafú, que pasó sin pena ni gloria por el Zaragoza y es pieza básica en el Milan; Kily González, ex del propio Zaragoza y el Valencia que, tras un calvario de lesiones, vuelve a entrar en las convocatorias del Inter y tuvo sus minutos de gloria ante el Oporto…Otros jugadores de esos equipos son suplentes o no fueron inscritos en la competición internacional por trabas burocráticas. Tales son los casos de Josemi, Núñez, Pellegrino y Morientes (Liverpool), Geremi (Chelsea) o Davids (Inter).
Desdeñados por una Liga de las Estrellas venida a menos, es posible que alguno de ellos levante la Copa de Europa y no estaría mal que le diera con el trofeo en la mollera al iluminado que le dio el pasaporte.
Despidos improcedentes
miércoles, 16 de marzo de 2005 | Publicado por Enric Bañeres en 7:19 p. m.
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