Lo diré de otra manera: que Rafa Márquez no pudiera jugar el partido Chelsea-Barça en Stamford Bridge, se me antoja decisivo para el desenlace final de la eliminatoria. Estoy convencido, aunque todo el mundo podrá argumentar que se trata de una apreciación personal, que si el mexicano hubiera jugado aquel partido, el Barça habría recibido anoche en el Camp Nou al Liverpool y hoy estaríamos reservando hotel en Estambul ante la perspectiva de una final Milan-Barça, ¡revancha de Atenas’94!. Es decir: la tarjeta que le mostró Anders Frisk a Márquez en el Camp Nou, ha privado al barcelonismo de una tercera Copa de Europa (más adelante vereis por qué digo tercera). ¿Guarda proporción la falta del mexicano con el daño infligido al Barça por la severidad de su sanción...?
Tampoco olvido que, tras una colosal temporada, Andoni Zubizarreta no pudo disputar una fantástica final de la Recopa en Rotterdam, frente al Manchester United…por haber recibido una tarjeta amarilla a causa de una falta menor. Busquets, su sustituto, no logró detener dos remates de Mark Hughes, figura de aquella alineación de diablos rojos junto al capitán Brian Robson.
A mayor abundamiento, ¿se habría ganado la final de Sevilla, frente al Steaua de Bucarest, de no haber visto en la eliminatoria ante el Goteborg una estúpida tarjeta Ramon Maria Calderé? Lo afirmo de un modo rotundo. Porque, en ese momento, Calderé era el pulmón del equipo, el Puyol, guardando todas las distancias que uno quiera.
El mismo razonamiento se podría aplicar a otros equipos. Lo he hecho con el Barça porque es el que mejor conozco. Y lo he hecho a sabiendas de que tendré que cargar con la ignominia de que me llamen victimista. Pero, para quien lea este comentario con la cabeza y no con otra parte de su anatomía, entenderá lo grave, desproporcionado, injusto y de daño irreparable (además de exclusivo del fútbol), que resulta eso de privar a los equipos de uno o varios de sus elementos en determinados partidos.
De acuerdo con lo expuesto hasta aquí, el Barça estaría en posesión de dos Copas de Europa (más otra Recopa) y dentro de unas semanas tendría la oportunidad de ganar la tercera.
Y que conste que todo esto lo he escrito en favor de una amnistía para Zidane, Michel Salgado y Samuel, en esta fase de la Liga en la que el Madrid persigue bellamente una utopía.
¡Bona nit i bona tolerància a tothom!
¿Puede alguien rebatirme esto?
jueves, 28 de abril de 2005 | Publicado por Enric Bañeres en 1:57 a. m.
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