Laudrup ¿ya es de los nuestros?

Michael Laudrup fue un monstruo como jugador y lo es como entrenador. Ha realizado la gran proeza de la temporada, resistir ante un gran Bayern con un jugador menos y manteniendo siempre ventaja en el marcador. Cayó sin perder (1-1 y 3-3) pero poniendo su nombre y el del modesto equipo que prepara en primera línea mundial. Mañana jugará la final de la Copa del Rey como reverso de un Ronald Koeman que es el reverso de la moneda: si nunca el Getafe de Laudrup podía llegar a más, el Valencia de Koeman podía llegar a menos. Ahora nos dicen que Cruyff ya acepta a Laudrup. ¿Tenía algo que perdonarle? ¿Es que la pureza de la sangre azulgrana tiene que ser aprobada por el Sumo Hacedor de Prodigios? ¿Alguien que fichó a Eskurza, José Mari, Kodro y Cuéllar, merece credibilidad para decidir quién vale y quién no? No comprendo qué extraño síndrome de Estocolmo padece un amplio sector del barcelonismo, rehén de este mito, de cuya cabeza y de cuya pluma no ha salido una sola idea brillante ni original desde que rompió con Charly Rexach. Espero que Michael Laudrup, que está en condiciones de elegir su propio destino profesional, cuya cotización como entrenador se ha disparado, no se deje utilizar ni embaucar.

Positifo: que aunque los derbis barceloneses estén devaluados, la necesidad que tiene el Espanyol de frenar su caída en picado, rodea el partido del sábado de un atractivo y un m orbo especiales.

Nejatifo: que el empate del Chelsea ante el Wigan casi le descarta para el título por lo que el Manchester United (contrariamente a lo que yo había previsto) podrá centrarse mucho más en su eliminatoria con el Barça que en mantener el liderato en la Premier.

¡Bon dia, bona sort i bon viatge a Ítaca !