No te equivoques otra vez, Frank

Frank Rijkaard está convencido de que se equivocó al alinear a Deco y Ronaldinho ante el Real Madrid. Aquella equivocación nos costó seis puntos: el Madrid tendría tres menos y nosotros tes más, sin contar los que habríamos obtenido en partidos posteriores. Rijkaard cometió prevaricación puesto que en el partido más importante de la primera vuelta, alineó dos jugadores que se habían estado choteando del colectivo durante toda aquella semana y del propio entrenador, lanzándole un pulso, como diciéndole: “A ver si tienes lo que hay que tener para dejarnos fuera”. Y, a sabiendas de que cometía una injusticia y algo peor, una equivocación, quedaron fuera dos de los jugadores que venían de ganar por 0-3 en Valencia. Ahora, después de una semana disoluta, Ronaldinho se vuelve a ofrecer porque dice que el partido de Mestalla es fundamental...para él. Todos lo sabemos. Frank también tiene que saberlo y por eso no puede cometer por segunda vez –en realidad enésima vez- el mismo error. Ya nadie se traga al del turbante, el mismo que el año pasado decía “cuando el equipo me necesite, me tendrá”. Por suerte, ha llegado un punto en que el equipo no necesita de este tipo de refuerzos. Por desgracia, Frank puede equivocarse una vez más. Pero su margen de error se está agotando.

Positifo: que, por una vez, el Comité de Competición haya valorado como atenuante el que seguidores del Betis contribuyeron a identificar y detener al energúmeno del botellazo. Ojalá el público del Camp Nou hubiera tenido el mismo comportamiento y hoy pudiéramos saber quién era (y a quien quería o creía beneficiar), el impresentable de la cabeza de cochinillo.

Nejatifo: la situación vergonzante de Javier Saviola, inédito en el Madrid y transferible, eterna promesa estancada, cuyo fichaje por el Barça permanece bajo las alfombras que Laporta –él sabrá por qué- no se atrevió a levantar después de haberse comprometido a ello, como la due dilligence que aclararía el contenido de la famosa mochila.

¡Bona nit, bona sort i bon viatge a Ítaca!