Empiezan las marchas atrás

¿En qué baso mi optimismo? En que se escribe con miedo. Lo he visto otras veces. Después de haberle pegado a este Barça palos hasta en el paladar, los más sólidos analistas extreman su prudencia de acuerdo con un guión que, esquemáticamente, podríamos resumir así: "Este Barça no engancha pero mira que si gana algún título...". Hay clima de retroceso y marcha atrás, empiezan a envainarse las afiladas plumas, se recomponen complicidades: Laporta ya no es tan borde, Bojan no está tan verde, Rijkaard no es tan simple, Xavi no es tan petardo, Thuram no está tan viejo.... Porque, ¿para qué vamos a engañarnos a estas alturas? el elixir de la eterna perfección lo destilan los resultados. Y, ¡mira que si después de haberlos puesto tanto a parir, ahora van y ganan un título! Los resultados del próximo fin de semana (victorias del Barça y el Sevilla), marcarán el final de la prudencia y el desenfreno de la euforia. Y en ese vaivén iremos consumiendo jornadas hasta celebrar (de ello estoy seguro), el título de liga entonando un colectivo "yo nunca lo dudé".

Positifo: ver los elogios que en la prensa italiana ha merecido nuestro medio campo -Xavi, Cesc, Iniesta-, que sería inmejorable con el respaldo de un Touré en forma.

Nejatifo: el cirio que se ha montado entre la Federación y el Betis y que demuestra que la clausura de los estadios es una medida inadecuada y que debería sustituirse mantener el escenario habitual del equipo sancionado, pero jugando a puerta cerrada.

¡Bona nit, bona sort i bon viatge a Ítaca!