Culpables sin perdón

Estoy apenado pero no derrotado, no hundido del todo. Estoy empatado, que es casi como estar derrotado pero sin llegar a estarlo. Estoy fastidiado por la ocasión perdida, por haberla tenido en las manos y haberla dejado escapar. Por haber hecho lo más difícil, abrir el marcador, ponernos por dos veces con ventaja…y haber cometido fallos increíbles en un equipo que se supone grande. Digo que se supone porque son partidos como el de hoy los que te hacen dudar. No ganar en Almería cuando estábamos obligados a rematar el pase adelantado que anoche nos hizo el Depor en Riazor me ha recordado las ocasiones que, una tras otra, fuimos derrochando hace un año. Después de esto, ¿hay liga? Sí, más por la fragilidad del líder que por nuestra fortaleza y regularidad, que son inexistentes. Eso es lo que resulta todavía más indignante: el ver que nos precede una mierda de equipo (dicho con todo respeto) que no juega a nada, que ya lo han baneado de Europa y hasta de la Juancarling, que empezó la temporada goleado en la Supercopa. Sí, Sevilla, Mallorca y Roma, han sabido ponerle en su sitio. Con partidos como el de hoy, los únicos que le perdonamos la vida, somos nosotros. Y somos nosotros los que no tenemos perdón.

Positifo: que hace un tiempo primaveral muy agradable, sobre todo para quienes no contamos ya los años por las primaveras vividas sino por los inviernos dejados atrás.

Nejatifo: 1) que el empate de hoy impide que el equipo rompa la dependencia psicológica de algunos jugadores de la actual plantilla que viven de las rentas de hace dos años y demuestran una absoluta indiferencia ante la grave situación deportiva a que puede verse abocado su equipo. 2) el desplome defensivo del Barça (incluyendo a Milito y Puyol), del que vengo avisando desde que jugamos la ida ante el Celtic.

¡Bona nit, bona sort i bon viatge a Ítaca!