Un punto es un punto

Prefiero ganar, porque un triunfo en el Sánchez Pizjuán sería como asestarle una nueva puñalada al madridismo, cuando ya se veían en la Cibeles. Pero firmo un empate dada la entidad del rival y porque lo considero suficiente para seguir acosando a un líder que hace aguas, no juega a nada, ha pinchado en los fichajes –Heinze, Pepe, Metzelder, Robben, Drenthe-, margina a jugadorazos como Baptista, y su entrenador ha claudicado ante el frente nacional. Schuster hace lo opuesto a Capello: alinea a quienes le piden desde las más influyentes tribunas mediáticas, que lo han convertido en su títere, como antes lo fueron Queiroz y Luxemburgo. Pero lo que olvidan esas tribunas es que quien ganó la liga fue Capello, es decir, el único entrenador que no se plegó a la presión del entorno. ¿Y por qué coño nos habla del Madrid? Porque dependemos del Madrid, porque nuestro éxito precisa de su fracaso. Justo la combinación que se produjo la semana pasada y que estoy convencido de que va a marcar la tendencia de esta segunda vuelta.

Positifo: que Eto’o tiene la posibilidad de reforzar su prestigio internacional en la final de la Copa de África ante Egipto, que hasta ahora se ha mostrado como una apisonadora, tras golear a Costa de Marfil y al propio Camerún.

Nejatifo: la estrepitosa goleada que sufrió Costa de Marfil ante Egipto (1-4), que debe servir de lección a los países africanos (también a Ghana y Mali), de que no basta con tener a los mejores jugadores si cada uno tira por su lado. Es increíble que pierdas por 1-4 y el héroe del partido sea el portero del equipo contrario.

¡Bon dia, bona sort i bon viatge a Ítaca !