El día de la bestia

Si con las bajas de Eto’o y Bojan, la llegada sobre la campana de Giovani y el pesimo momento de Henry seguimos negándole el puesto de titular a Ronaldinho, es que aquí pasa algo gordo. Y pasaría (lo pongo en condicional porque yo espero que juegue), en el ámbito de la gestión deportiva del club, incapaz de recuperar a un jugador que hace año y medio era el número uno del mundo y rechazábamos ofertones por él, aunque fueran inventados; y en el famoso entorno del barcelonismo, incapaz de tenderle la mano a un necesitado, aunque sea un multimillonario necesitado. Quiero que juegue Ronaldinho de titular en Sevilla y que si lo hace muy mal o no resiste los 90 minutos (cosa ésta última comprensible), que salga Giovani o el que sea, según esté en ese momento el marcador. Es la ocasión para recordarle la frase "cuando el Barça me necesite, ahí estaré", porque si un día la alineación de Ronaldinho no es sospechosa de tejemanejes políticos, es hoy, ante un rival como el Sevilla, con un equipo en cuadro pero con tres puntos vitales en juego.

Positifo: que Guti ha dicho que jugará ante el Valladolid (estas cosas en otros equipos las dicen los entrenadores), lo que supone que Baptista, titular y uno de los puntales de la selección de Brasil, o Diarra, uno de los mejores mediocentros del mundo, deberán rascar banquillo. Sabido es que las segundas vueltas de Schuster son penosas pero lo serán aún más con ese virus en su vestuario. Se va a enterar de lo que vale un peine.

Nejatifo: que la fatalidad parece cebarse de un modo obstinado en la familia Castro pero Quini, un ganador, saldrá con bien de la delicada operación a que fue sometido ayer. Me uno a la expresión de ánimo que hoy le darán todos los equipos del Sporting, que lucirán camisetas con el lema "¡Ahora, Quini, ahora!". Ahora y siempre, Quinocho.

¡Bona nit, bona sort i bon viatge a Ítaca!