¿Y esa megaoferta del Chelsea?

Tranquilos que hoy el Recre pasará por la piedra. Por lo civil o por lo criminal. La suerte de los campeones siempre nos asiste en el Camp Nou, templo sagrado de los goles a pelota parada. Pero a mi lo que me gustaría de esta noche no es ver como sumamos otros tres puntos, que ya los doy por conseguidos, sino ver en la tribuna a Roman Abramovich con un maletín lleno de pasta. Y hasta no me importaría ver a Michael Ballack sentado a su lado ¡tal es el grado de mi desesperación!. Porque, ¿dónde está la megaoferta? Hace ya más de una semana que se publicó que el Chelsea estaba preparando una megaoferta por Ronaldinho, ¿siguen preparándola? ¿ya no la preparan? ¿se les cortó como la mayonesa? Cuando ficharon a Shevchenko del Milan por 45 kilos de euros, lo hicieron de un día para otro, casi por sorpresa. Por cierto, ¿no había reservado Berlusconi 100 kilos para fichar al Gaúxu? ¿Por qué no sale otra vez Laporta diciendo lo orgulloso que está de ver que Chelsea y Milan quieren a Ronaldinho? ¿es que tenemos un presidente que se cree los rumores e incluso contribuye a divulgarlos? Tengo la impresión de que todo en el Barça de Laporta está montado alrededor de una gran mentira. La única verdad que se ha dicho en los últimos meses ha salido de labios de Edmilson. Y la maquinaria del club ya ha hecho su trabajo para dividir a la afición y presentar al meapilas brasileño como la única oveja descarriada del redil. ¡País…!

Positifo: que vuelva el fútbol de verdad y aunque todavía no he visto la programación televisiva, espero que la jornada nos ofrezca perlas atractivas, como la vuelta de Ronaldo con la camiseta del Milan, una mala noticia para todos los aspirantes a ganar la Copa de Europa.

Nejatifo: la transformación de La Masia, el emblemático centro barcelonista de formación de futbolistas, desde Amor a Iván de la Peña y tantos otros, en el Palauet Laporta, el último delirio de grandeza del virrey del barcelonismo, donde podrá recibir a sus contactos -¡marchando más catering!-como corresponde a su dignidad presidencial y dentro de la línea de autopromoción sirviéndose del cargo.

¡Bon dia, bona sort i bon viatge a Ítaca !