¡Nos aburrimos, Frank!

Un equipo que ha levantado la bandera del buen fútbol no puede conformarse con coleccionar empates a cero: en Glasgow el Barça de Ronaldinho firmó el tercero de la temporada. ¿Por qué digo el Barça de Ronaldinho? Porque curiosamente el Balón de Oro estuvo al frente de la delantera azulgrana tanto en Santander como en Pamplona y ayer en Glasgow. Ya no es aquel Ronaldinho que hace dos temporadas rompía por la banda al Madrid en el mismísimo Bernabeu, que prejubiló a Helguera, que se hizo aplaudir por el Guindi, el barman de Las Rozas. Tampoco es el Ronaldinho que hace cuatro temporadas -¡qué lejos queda eso!- nos obsequió con un gol sublime, la noche del gazpacho. Lo malo es que para encajarlo en la alineación hemos de desmontar la mejor opción atacante que hemos encontrado, el hallazgo más feliz de esta temporada: Messi-Henry-Iniesta. El pobre Andresín es el sacrificado. ¿Qué será de él cuando reaparezca Touré? ¿Lo probamos de lateral…? ¿Pareja con Milito en el centro de la defensa, si seguimos retrasando su posición? Y aún es peor el deterioro de la imagen del equipo. Ni siquiera un resultadista como yo puedo resignarme ese cerocerismo que tanto parece satisfacer a nuestro entrenador y a algunos de nuestros jugadores. ¡Haz algo, Frank, que esto es un muermo!

Positifo: la actitud y el rendimiento de Carles Puyol como lateral derecho, la posición que mejor se adapta a sus actuales condiciones. Yo nunca he creído que jugar de lateral sea dar un paso atrás: Alves y Sergio Ramos, dos de los mejores jugadores de la Liga, actúan en esa posición, y Maldini ha sido grandísima figura histórica como lateral.

Nejatifo: la brutal entrada de Luis Figo a un jugador del CSKA de Moscú, un plantillazo en el tobillo que le ocasionó una brecha de tales proporciones que se le veía el hueso. Lo criminal del caso es la reincidencia, puesto que Figo ya retiró del fútbol a César, un prometedor defensa del Zaragoza. De nuevo, su acción ha quedado impune.

¡Bon dia, bona sort i bon viatge a Ítaca !