Que no pare la fiesta

Decíamos ayer: “En estos momentos el tema Ronaldinho –y su mismo juego- aburren, mientras que los juniors ilusionan”. Y, cuando conocí la alineación, me apresuré a mandar un comentario calificándola de “cojonuda”. Quicir: lo mejor posible dadas las circunstancias, pues no debemos olvidar que Puyol, Eto’o y…Ronaldinho, estaban fuera de combate: el gran capitán y dos de los llamados “cuatro fantásticos”. Y, aún así, el equipo aguantó bien a un Sevilla que llama a la puerta de los grandes de Europa y que se caracteriza por su capacidad agonística, por su organización táctica y por la dureza (ojo, que a mi me gusta esa dureza sin mala intención, no como la de Deco), con que se emplean todos sus jugadores, sin distinción entre titulares y suplentes. Ya me gustará a mi ver si el Madrid y el Valencia resuelven tan bien la visita del Sevilla a sus respectivos campos. Lo de los juniors fue la guinda y, si ya me había gustado la alineación, de nuevo Rijkaard, por segundo partido consecutivo, acertó en los cambios y en el momento de hacerlos. Aquí sólo pongo un pero: el gol sevillista, que llevó un cierto tembleque al Camp Nou, llegó cuando el mister retiró a Touré, hasta ese momento (minuto 88), un muro infranqueable.
En definitiva, gran partido de Festa Major, la forma soñada de terminar un día de barcelonismo positivo, una jornada en la que se mezclaron la nostalgia por el pasado del Camp Nou, que no sólo es hormigón sino la cajita de música de entrañables recuerdos, y la ilusión y curiosidad por el desconcertante y atrevido New Camp de Norman Foster, sobre el que me gustaría conocer vuestras opiniones.

Positifo: lo de Messi, que crece partido a partido y figura ya entre los mejores de Europa, curiosamente junto a Cesc Fàbregas, otros jugador de su misma cuna, ese Miniestadi que mañana cumple un cuarto de siglo en el más absoluto silencio, pero que quedará para la historia como la guardería de estos dos, y muchos otros, grandes futbolistas.

Nejatifo: el relieve que se le dio (que le dio el propio Messi) a la figura de Ronaldinho en la celebración del primer gol. Homenajearle de ese modo me da que pensar que el del turbante se quedó fuera del equipo por algo más grave que una pequeña contractura. Una sospecha a la que contribuyen unas declaraciones efectuadas al mediodía por el presidente Laporta, hablando de "recuperar al futbolista en estos momentos".

¡Bon dia, bona sort i bon viatge a Ítaca!