Pinchamos el globo blanco

El Barça encadena cuatro triunfos consecutivos, Messi es pichichi, el equipo es líder provisional...Vale, el Levante es carne de Segunda pero lo más espectacular del Barça es que no se ha tomado el partido como un trámite, con la disculpa de que es un campo malo, en previsión de lesiones (¡lástima lo de Milito y Touré!), o reservando fuerzas para Stuttgart. El año pasado, ante el Nàstic, que también era carne de Segunda, el Barça ganó 1-5 pero las sensaciones no fueron las mismas: aquélla fue una victoria inútil, un ensañamiento innecesario con un equipo ya descendido. Lo de hoy ha sido la ratificación de un desafío: viene a renglón seguido de una exhibición ante el Zaragoza y después de aguantar y sufrir hasta el final frente a un Sevilla que aún no se había deshinchado. En esos tres partidos, el Barça ha pinchado el globo de la euforia madridista: en estos momentos, hay que ser muy cerril, ceporro y obtuso para discutirle al Barça el liderato del buen fútbol. Y el buen fútbol unido a los resultados, ya es el no va más. Tampoco fue baladí la goleada europea al Lyon, que restituye el papel internacional del equipo, después de perder el año pasado en todos los frentes (Supercopa, Champions e Intercontinental). Recordarlo resulta hiriente pero olvidarlo puede ser suicida. Sobre todo, si olvidamos por qué perdimos esa jerarquía hace un puto año.

Positifo: que el Chelsea post Mourinho ha conseguido un valioso empate a cero en su campo, Stamford Bridge, ante el potente Fulham, con el que ha revivido un derbi de segundones londinenses a la antigua usanza, como antes de la llegada de Mourinho. Fulham, Tottenham, Bolton, Newcastle, son ahora los rivales directos del Chelsea y todo lo que sea sumar un simple puntito, es positifo.

Nejatifo: que ahora volveremos a meter otros cuatro (ese es mi pronóstico, 1-4) en el campo del Stuttgart, y no faltará quien diga que el rival -campeón de la Bundesliga- era una perita en dulce. ¡No tenemos remedio!

¡Bona nit, bona sort i bon viatge a Ítaca!