Memória histérica

Los partidos políticos no se ponen de acuerdo en el redactado de la Ley de la Memoria Histórica. ¿Hay que seguir buscando fosas comunes de la guerra? ¿debe ser demolido el Valle de los Caídos? ¿hay que devolver a sus legítimos dueños, anteriores al 36, los bienes incautados por los ganadores de la guerra? ¿deben revisarse los juicios realizados por los tribunales de la dictadura? Todos esos son temas que en cualquier país resultarían apasionantes pero que aquí interesan sólo a los políticos interesados en reunir votos.
Pulután, y dada la apatía del respetable, voy a dar una idea genial a los políticos para que la Ley de la Memoria Histórica pase a ser un tema del máximo interés popular: que se incluya la revisión de todos los partidos de Liga, desde la proclamación de la victoria de las tropas sublevadas hasta el óbito del dictador. Que declaren, si aún viven, los Gardeazábal, Ortiz de Mendíbil, Zariquiegui...Que se haga repetir el partido de Guruceta, desde el minuto anterior al penalti pitado a Rifé sobre Velázquez, fuera del área. Que se revisen trofeos pichichi y zamora, que se eleve a la UEFA la solicitud para que se declaren desiertas algunas copas de Europa.
Os aseguro que mañana sale cualquier político de segundo rango, vestido de futbolista y pidiendo que se incluya mi propuesta en la Ley de la Memoria Histórica, y desde ese mismo momento en el país no hablaríamos de otra cosa. Y si se quema a lo bonzo delante del Parlamento, aún armaría más revuelo.

Positifo: el éxito que ha sido la jornada de puertas abiertas en el Camp Nou, con más de 12.000 personas visitando la exposición sobre los 50 años del estadio azulgrana, lo que demuestra que el barcelonismo mira a su futuro, vale, pero se siente muy ligado y agradecido a su pasado.

Nejatifo: que el servicio de protocolo del Barça haya dado por muerto a Fracisco Sampedro, una vieja gloria que pertenecía a la plantilla azulgrana el año de la inauguración del Camp Nou. Sampedro, un zurdo que no era titular, precisamente ese año de gracia de 1957 se metió en la historia al marcar el gol que nos dio la Copa ante el Español (1-0). Desde Santander, donde vive muy a gusto a sus 73 años, dio ayer señales de vida en diversos medios de comunicación. Espero que los ficheros del club hayan sufrido un simple lapsus, que resuciten a Sampedro y que el incidente no obedezca a la prisa por ir liquidando el pasado, glorioso en este caso, de nuestro club.

¡Bona nit, bona sort i bon viatge a Ítaca!