Frank hace lo que debe

Dunga, el seleccionador brasileño, ya tomó la delantera a Frank Rijkaard y le allanó el camino para tomar medidas como la que anoche tomó en Pamplona. El míster ha demostrado que, de pasota, nada de nada. Ronaldinho no es intocable. Personalmente, le habría desposeído de los galones de capitán del Barça el año pasado, no por sus reiteradas ausencias en los entrenamientos, sino el día en que se desinteresó del desenlace de la liga y ni acudió al Camp Nou a apoyar a sus compañeros y a estar al lado del público que le paga. Su actitud es impropia de un futbolista que se dice comprometido con la causa, identificado con el club y orgulloso de la camiseta que defiende. Pero yo no lo considero todavía un jugador perdido para el Barça. Su cara de disgusto cuando Rijkaard lo ha enviado al banquillo es la de quien se siente herido en su amor propio. Ojalá ese jarabe de banquillo, una medicina que ha curado tantos egos, le sirva de reconstituyente. Si ante el Lyon mete tres goles y nos brinda una de sus mejores noches, aunque lo haga para jorobar a Rijkaard, yo estaré encantado de la vida. Y me da la impresión de que Rijkaard aún estaría más contento que yo.

Positifo: que ya se ha acabado el Eurobàsquet, dejaremos de oir la canción del verano por una temporada y dejarán de meternos la "Ñ" hasta en las narices. ¡Y lo digo yo que la llevo hasta en el apellido!.

Nejatifo: que el Barça G ha perdido en Manresa (2-0), lo que demuestra que la fórmula del "salid y disfrutad" no es de aplicación en según qué categorías, a la par que demuestra que es urgente e imprescindible promover una liga de filiales.

¡Bona nit, bona sort i bon viatge a Ítaca!