Cuenta conmigo, Frank Rijkaard

Tranquilo, Frank: todos nos equivocamos. Y yo, el primero. Llevo casi medio siglo metiendo la pata. Soy incorregible. Repasaba hoy mi contraportada del pasado jueves en Mundo Deportivo y dibujaba un Barça y un Madrid de Walt Disney: los nuestros eran Peter Pan y Wendy y el Madrid era el capitán Garfio, pero no sólo manco, cojo y tuerto sino con el otro pie -el único bueno- en el otro barrio. ¿Con qué legitimidad voy a decir que te has equivocado, Frank? ¿Con qué jeta, para hablar en plata? Y, ojo: que el jueves empecé Mundo Deportivo por la última página, ya te digo. Si te leyera las portadas y las aperturas de Deportes de los diarios barceloneses de la semana pasada, nos ponías a todos de cara a la pared y con orejeras de burro. Y no te faltaría razón, carajo. Pulután, te concedo y amplío el derecho a equivocarte, te doy crédito y te duplico el saldo. Me has dados muchos momentos de felicidad. Y tus errores ¿voy a negártelo ahora? me permiten escribir artículos como éste, que me estarían vedados en cualquier diario, me permiten flotar en una nube de libertad y me compensan sobradamente del ruín espectáculo que ofrecisteis en Santander.

Positifo: el espíritu autocrítico que se respira en este blog, donde todo el mundo puede dar rienda suelta al espíritu sectario que lleva dentro -todos sois periodistas deportivos en potencia, ¿eh cabroncetes?- y crean unos espacios de libertad (véase el comentario de arriba), que los medios convencionales no ofrecen.

Nejatifo: que mañana va a celebrarse otra asamblea del Barça, no representativa, no publicitada, semiclandestina, un trágala para los 150.000 zozis que en las elecciones son calificados de “dueños del club”. Un balance sin títulos en fútbol, miserable en las secciones, depredador del fútbol base y que sigue cortando lonchas en el jamón del patrimonio, será aprobado con júbilo por varios centenarios de bellos durmientes, a la hora de la siesta en pleno ferragosto. ¡Y esto lo hace la directiva que en la oposición denunciaba que votaban hasta los muertos, para que ahora ignore que los vivos también existen!

¡Bona nit, bona sort i bon viatge a Ítaca…amb els avions contra incendis!