Belletti sale por la puerta grande

Me entristece la situación de los futbolistas que aceptan quedar postergados en una plantilla aferrándose al contrato convertido en una especie de sopa boba. Y, por el contrario, me alegra ver que salen por la puerta grande otros que han prestado grandes servicios al club. El último caso es el de Juliano Belletti, el hombre que hizo aquella arrancada a trancas y barrancas bajo la lluvia, se cruzó todo el estadio de Saint Denis a grandes zancadas, combinó con Henrik Larsson y le metió a Almunia el segundo gol más importante de la historia del Barça. Mi admirado José Mourinho, un hombre sensible y barcelonista en lo más profundo de su ser, ha querido brindarle al héroe de París la oportunidad que se merece y darle la ocasión de que gane otra copa de Europa, esta vez con el Chelsea. Sería un caso similar pero en sentido contrario al de Deco: ganó una Copa de Europa con Mourinho (en el Oporto) y una segunda en el Barça, precisamente gracias a ese gol de Belletti. Como simpatizante del Chelsea, el fichaje me produce una gran satisfacción, porque Belletti es un ganador, y como va a ser el lateral derecho de los blues, ya no será necesario utilizar a Essien en esa posición, con lo que volveremos a tener el más potente centro del campo de la Premier. Y, como socio del Barça, me parecen muy buenos los 5.5 kilos que vamos a cobrar por un futbolista sobradamente amortizado, tanto en lo deportivo como en lo económico, y al que no me habría gustado ver muerto de asco en el banquillo.

Positifo: lo contentos que estamos en Stamford Bridge por haberle enchufado el nuevo Overmars al Real Madrid, por el triple de lo que pagamos por él hace cuatro años al PSV Eindhoven. Robben es un jugador de un partido bueno de cada diez, pero desaparece en los otros nueve. Le persiguen las lesiones y llega al Bernabeu sin haber jugado ni un encuentro -ni siquiera amistosos ni pachangas- desde abril del año pasado.

Nejatifo: la tenaz insistencia de los medios de comunicación en destacar que el niño brutalmente asesinado en Liverpool vestía la camiseta del Everton. Contra el fútbol todo está permitido, incluso convertirle a base de insinuaciones, en principal sospechoso de ese nuevo y espeluznante infanticidio.

¡Bona tarde, bona sort i bon viatge a Ítaca!