Reclamo a Guti de titular

En repetidas ocasiones me he referido a que el Real Madrid tiene un cáncer que una temporada tras otra le ataca sin que nadie se atreva a meter el bisturí. Ese cáncer se llama Raúl y Guti. Cada vez que Raúl mete un gol de esos que el entorno merengue considera providencial (¡Raúl siempre aparece!) yo me froto las manos pues sé que no van a quitárselo de encima ni con agua caliente: ¡Raúl nunca desaparece!. Tengo la convicción, no contrastada porque no le van a dar ni agua al chaval, de que Higuaín lo bordaría y marcaría goles en esa posición en la que nadie tiene cojones de sacar a esa rémora que es Raúl. Ese es uno de los fundamentos que me permiten creer que el Madrid lleva en sí mismo el germen de su fracaso. El otro es Guti, y lo repito ahora que está en el punto álgido de su entronización por los dos pases que metió el otro día para remontar ante el Sevilla. Su clarividencia fue tan decisiva como la miopía de Juande Ramos: entró cuando faltaba media hora (por Raúl, lástima porque cuando actúan juntos sus efectos devastadores se multiplican), y el entrenador del Sevilla, que tenía razones para creer en ese momento que su equipo iba a golear (Alves acababa de fallar a boca de gol), no adivinó que Poulsen estaba fundido. Habría bastado que reforzara el medio campo (metiendo a Martí por Kanouté, simple espectador), para que toda la magia de Guti fuera la de tantas otras ocasiones: ha jugado más de 30 partidos por temporada en las últimas tres ligas, con los resultados de todos conocidos para su equipo. El madridismo se queja de que juega poco y yo me uno a ese clamor: lo quiero de titular en los cinco partidos que quedan. Y formando pareja con Raúl.

Positifo: las palabras de Eto’o, que coinciden con las del Gran Johan y mías propias, al asegurar que lo que valora más una liga que hace semanas se decía que no quería nadie, es tener al Madrid pisándote los talones.

Nejatifo: las insinuaciones injuriosas sobre el Levante, maletines y jugadores del Nàstic. A partir de ahora y de aquí al final de temporada, vamos a asistir a este tipo de insinuaciones que se hacen con total impunidad y sin aportar una sola prueba.

¡Bon dia, bona sort i bon viatge a Ítaca !