¿Tenemos que tirar la Copa?

Es muy posible que, debido a sus compromisos internacionales, no podamos contar con varios jugadores fundamentales (Messi, Ronaldinho y Márquez), si llegamos a la final de la Copa. Ojo: he dicho que es muy posible, porque siempre decantaremos en los propios jugadores la responsabilidad de que retrasen la incorporación a sus selecciones. ¿No vuelven de vacaciones cuando quieren? Pues que hagan lo propio con sus selecciones. De llegar a la final, con permiso del Getafe, el panorama no es muy halagüeño: si hemos ganado la Liga, porque el lógico relajamiento, unido a las ausencias antes mencionadas, nos pueden traicionar. Aunque ahora parece que el doblete es pan comido, no debe serlo tanto cuando el Barça sólo ha conseguido uno –con Louis van Gaal a los mandos- en el último medio siglo. ¿Nos conviene más tirar ya la Copa ahora, ante el Getafe? Yo creo que no pero, si el equipo de Bernd Schuster nos elimina, cosa que considero altamente probable, siempre podremos hacer la lectura positiva de que así nos centraremos más en la Liga…y en la Copa América.

Positifo: que Ràdio Barcelona haya desvelado el misterio que envuelve a Ronaldinho desde hace días al asegurar que padece una mononucleosis, popularmente conocida como “la enfermedad del beso”, que hace unos años sufrió Marc Overmars y fue objeto de cachondeo generalizado. Esta vez el tema se debe tratar con mucho respeto y el propio Barça se ha apresurado a emitir una nota para desmentir al programa La Graderia (del que soy colaborador desde hace diez años), por el que pongo la mano en el fuego, puesto que no se habría tirado a la piscina si su información no fuera solvente.

Nejatifo: que el Comité de Competición abra expediente sobre las declaraciones del entrenador del Valencia y el secretario técnico del Madrid, y pase por alto el nivel de los arbitrajes que originaron tales reacciones. En el caso del atropello que cometió Mejuto contra el Valencia en San Mamés, existe incluso el comprometedor documento en que el árbitro, antes del partido, le dice al capitán del Athletic: “Tranquilo, que no bajareis”.

¡Bona nit, bona sort i bon viatge a Ítaca!