Nos echan del círculo virtuoso

Ganaron la Copa de Europa de hace dos años (el Liverpool), pusieron un finalista en la Champions (Arsenal) y la UEFA (Boro) del año pasado. Este año van a por todas: tres semifinalistas de cuatro y el Tottenham que pasará por encima del Sevilla. Estoy hablando del fútbol sin trampa, del fútbol verdadero, del fútbol que yo y otros cientos de millones en todo el mundo hemos abrazado hace años. Del fútbol que ya se ha metido en el futuro. Estoy hablando de Inglaterra. El domingo, en el suplemento Dinero de La Vanguardia, un reportaje de dos profesores del IESE (Antonio Dávila y Jan Simon), vaticinaba que, en cinco años, el dinero del fútbol se habrá concentrado en Inglaterra y la Liga española será de segunda división. El círculo virtuoso sólo girará en torno a Gran Bretaña. El análisis se basa en que los grandes inversores acostumbrados a ganar dinero con el deporte profesional en Estados Unidos, se han decidido por la Premier League, por su carácter globalizado, por el atractivo que encierra en todo el mundo. En todo el mundo menos aquí: somos la pequeña aldea de la Marca Hispánica rodeados por legiones bárbaras. Anoche, esas legiones saquearon la mismísima Roma.

Positifo: que la tradicional indecisión de Txiki Begiristain y la falta de seguridad en su trabajo como responsable de fichar y dar bajas en el Barça, le ha impedido cometer el error de fichar a defensas como Mexes y Chivu, del Roma, convertidos ayer en dos coladeros ante el huracán del Manchester United.

Nejatifo: la casa de barrets en que se ha convertido el vestuario del Barça, donde algunos jugadores están abusando de la confianza y la tolerancia con que Frank Rijkaard ha llevado la cosa estos años.

¡Bona nit, bona sort i bon viatge a Ítaca!