Italia nos da una lección

La Comisión de Disciplina de la Liga italiana le ha impuesto dos partidos de sanción a Adriano, el delantero brasileño del Inter, porque se tiró en el área para provocar un penalti. El piscinazo significó el gol del empate del Inter ante el Roma (1-1), aunque posteriormente, la justicia divina y también la mejor calidad del Roma, pusieron las cosas en su sitio y el Inter perdió por 1-3. Me encanta esa decisión, porque ponemos a Italia como ejemplo de corrupción cuando deberíamos ponerlo como ejemplo de lucha contra la corrupción. ¿Cuándo se ha bajado en España un equipo por tocar a los árbitros? ¿Cuándo se le ha quitado el título al campeón por esa causa? ¿Cuántos jugadores de primera línea han dado aquí positivo? Se me dirá: "Es que aquí, eso no ha sucedido nunca". Y yo tengo la sospecha de que eso, aquí, también sucede. Pero también sucede que aquí las actuaciones turbias de los colegiados, no se investigan. Ni se persigue el dopaje. Y los piscinazos y el teatro, que están a la orden del día y adulteran no pocos resultados, no se persiguen porque precisamente son el subterfugio que permite a los árbitros impartir su inicua forma de interpretar el reglamento.

Nejatifo: el gesto de menosprecio racista que dedicó el checo Milan Baros (Lyon), al joven camerunés Stéphane M'bia (Rennes). La comisión de disciplina de la liga francesa está estudiando las imágenes, pese a que el incidente no se reflejó en el acta arbitral, y puede meterle seis partidos a Baros.

Positifos: 1) el impresionante baño de fútbol que ha dado el Sevilla al Depor (0-3) y que garantiza una gran final de la Juancarling Cup. 2) Que el Ajax de Ten Cate y el AZ de Van Gaal disputarán una muy atractiva final de Copa de Holanda. El Ajax ganó por 3-1 al Waalwijk (uno de los goles de Gabri) y el AZ, el equipo más goleador de todo el continente, ayer ganó NAC de Breda por 6-0.

¡Bona nit, bona sort i bon viatge a Ítaca!