Cuatro cracks son suficientes

Ya nadie cuestiona que tenemos cuatro cracks: Ronaldinho, Eto’o, Deco y Messi. Y que existe sintonía entre el entrenador, Frank Rijkaard, y el secretario técnico, Txiki Begiristain, en que los cuatro van a permancer en el Barça la próxima temporada y yo aún añadiría que las tres próximas (todos tienen contrato hasta el 2010). Txiki, en la entrevista concedida a Jordi Basté, en RAC1, aún fue más lejos y amplió el grupo de los intocables con Víctor Valdés, Puyol y –no me gustaría equivocarme- creo que también Iniesta. Ya tenemos siete. Por mi cuenta y riesgo, yo añadiría Zambrotta y Xavi al grupo, y ya tengo nueve, en el bien entendido que a todos ellos los considero titulares. Me faltan un par de piezas para completar el equipo básico, un lateral derecho (pues Zambrotta lo pondría en el izquierdo) y otro central, pues mi centro del campo titular estaría formado por “los tres pequeños”. De los que no menciono, sólo daría la baja a Saviola, Ezquerro, Motta y posiblemente a Belletti y Gio. Y no ficharía más cracks. Cuatro ya empiezan a ser excesivos en un vestuario, y ampliar ese cupo lo considero un foco potencial de conflictos. Ya se harán cracks aquí los jóvenes porque, ¿quién podía imaginar la dimensión que ha alcanzado en año y medio Leo Messi?. Además, ún recuerdo no sin rubor cuando Joan Laporta le decía a Florentino Pérez con envidia aquello de “Vosotros teneis once portaaviones y nosotros sólo uno”. ¡Qué poco podías imaginar, Jan, lo pronto que toda aquella poderosa flota se iría a pique!. Como la Escuadra Invencible.

Positifo: que la FIFA haya extendido a todas las competiciones, incluídas las españolas, la inhabilitación de siete meses a David Navarro, el boxeador del Valencia. Ya me pareció una provocación y una burla que su equipo lo pusiera de titular el pasado sábado ante el Racing.

Nejatifo: el mal ganar de Juande Ramos en los cuartos de final de Copa, con descalificaciones muy duras a su rival. Si tras el botellazo que recibió en el campo del Betis hizo un llamamiento a la reflexión y la cordura, ayer echó a perder todo lo que había ganado.

¡Bona nit, bona sort i bon viatge a Ítaca!