Brasil nos chulea

Lo de Brasil es un escándalo. Ayer jugó el quinto partido amistoso de la temporada. Lo hizo con Ghana en Suecia. ¿Qué habrá encontrado Brasil en Suecia que se ha convertido en el paraíso de sus amistosos? Lo de menos es el clima: allí jugó en octubre contra Ecuador, sólo tres días después de hacerlo en Kuwait, con un desfase de más de 20º de temperatura. A Suecia ha vuelto este paréntesis criminal en las ligas, cuando los equipos que ceden internacionales -los de arriba- más los necesitan. Casi todos los partidos se repiten: expulsión de la estrella de Ecuador (Valencia) y apurada victoria; expulsión de un chileno antes del primer cuarto de hora, penalti inventado y goleada a Chile. Ayer, Brasil volvió a entusiasmar ante Ghana que jugaba sin su estrella, el todoterreno del Chelsea Mikhael Essien, y también acabó con diez. Y todo esto ¿por qué? Por dinero. Uno pensaría que se trata de un dineral cuando resulta que es calderilla pues oficialmente, Brasil sólo cobra 1,2 millones de dólares (0,899 millones de euros) por cada uno de estos bolos. Si resulta que al Barça le van a pagar por una pachanga en Egipto dentro de unas semanas dos millones de euros, ¿alguien se traga que Brasil, con todas sus estrellas tenga un caché de equipo de segundo nivel? Me huelo que el Barça, el Milan, el Bayern y el Madrid están prestando sus figuras, y el Brasil su prestigio, para un negocio privado. Privado de toda claridad, limpieza y transparencia.

Positifo: que Cristiano Ronaldo haya afirmado de un modo tajante que no se va a mover del Manchester United, con lo que una vez más se pincha el globo merengue, a imagen y semejanza de lo que les sucedió el verano pasado con Robben, Cesc y Kaká.

Nejatifo: que la Asociación Española de Médicos de Equipos de Fútbol (AEMEF), pretende que los médicos puedan irrumpir en el terreno de juego sin permiso arbitral si estiman que hay una lesión grave. Con el alto nivel de simulación y de picaresca que hay en el fútbol español, sólo faltaría que a los futbolistas tramposos, los recogepelotas, los jimmy jumps y demás fauna, se sumaran ahora los médicos.

¡Bona nit, bona sort i bon viatge a Ítaca!