Acaba un ciclo, empieza un ciclón

Hice la crónica del Barça-Athletic para La Vanguardia y la titulé "¡Que tremoli l'enemic!", porque ciertamente percibí en aquel partido un cambio de imagen, de credibilidad, de sustancia futbolística en el equipo. Se anunciaba un fin de ciclo y a mi me parecía que empezaba un ciclón. Escribí ayer, en el haloscan, que remontaríamos la eliminatoria, y lo hice a sabiendas de que Eto'o no había viajado y sin conocer aún los propósitos suicidas de Rijkaard. Si somos capaces de mantener este estado de gracia, con Xavi goleando, Iniesta moviéndose como una anguila, Messi desbordando a lo Maradona y Ronaldinho al acecho...podemos darle la vuelta a la situación. Y no estoy hablando de ganar en Sevilla, donde firmo un empate, sino que ya me entendeis: hablo de tomar Anfield. Si hace una semana el viaje a la cuna de los Beatles me traía a la memoria Help!, hoy le pongo la música del Magical mystery tour, que hemos comenzado en Zaragoza, nos conducirá a la capital andaluza y finalizará en Liverpool. Os diré en que sustento estas sensaciones tan positivas. Pero eso será mañana. Y mañana, será otro día.

Positifo: el comportamiento de los jugadores del Sevilla y el Betis, modélico, sin echar más carne a la fiera ni dejarse arrastrar por el clima de crispación del partido de Heliópolis.

Nejatifo: el obsceno alarde de mala educación, antideportividad e incivismo mostrado por los directivos del Betis (sobre todo) y del Sevilla, para que lo que tenía que ser la gran fiesta del fútbol andaluz estuviera en un tris de terminar en tragedia.

¡Bona nit, bona sort i bon viatge a Ítaca!