Saviola empieza a ser patético

Con la vuelta de Samuel Eto’o al equipo, el protagonismo de Javier Saviola está condenado a caer en picado. Dentro de unas semanas, la suerte del Conejo puede revertir en la situación poco envidiable que tuvo a comienzos de temporada: ni convocado. Es cierto que viene un maratón de partidos, y de partidos de altísima exigencia, en los que podría haber minutos para todos. Pero con Messi, Eto’o, Ronaldinho, Gudjohnsen y Giuly, el Pibito pasará a ser la tercera opción como nueve, por detrás de Samuel y Eidur. Y hasta sus más devotos partidarios arriarán las banderas para dejarlo, como dice el tango, “solo, fané y descangayado”*. El despido de su mentor, el doctor Cabrera Brizzuela, me ha parecido el primer acto de este drama anunciado: no lo interpreto como una ruptura sino una retirada estratégico, un mutis de la escena, para ver si Txiki Begiristain valora el gesto y llama al pibe a su despacho ofreciéndole unas migajas. Y todo eso me duele por Saviola, porque un internacional albiceleste que además está metiendo goles y que aún tiene los mejores años de su vida deportiva por delante, no tiene por qué ponerse en lista de espera. Acabo de ver como Hasan Salihamidzic, con 30 años y después de nueve como titular en el Bayern de Munich, ha anunciado ya un acuerdo con el Juventus. El primer fichaje de Saviola, el que ha arrastrado como una losa, resultó vergonzante. El segundo no va por mejores derroteros.

(*) Fané: venido a menos. Descangayado: deteriorado, ajado.

Positifo: el triunfo de Ghana sobre Nigeria (1-4), que revela los cambios de jerarquía que se están produciendo en el fútbol africano, la gran cantera a la que hay que prestar una atención que, de momento y por lo que se refiere al Barça, parece que se orienta más al decadente, carísimo y opaco mercado argentino.

Nejatifo: La obstinación que se observa en algunos medios, sobre todo en artículos de opinión y tertulias generalistas, en equiparar la situación del fútbol italiano con la del español. Por mimetismo, podrían producirse aquí incidentes aislados, pero mientras en los últimos 30 años en el fútbol español se han producido media docena de muertos (sólo dos dentro del estadio, por cohetes), en Italia rondan el centenar.

¡Bona nit, bona sort i visca el Barça!