Rumbo a lo desconocido

El Barça termina la primera vuelta como campeón de invierno, primero de una liga bastante mediocre y de un inverno bastante atípico. Hay un aspecto que invita al optimismo, pues ya se cuenta con Saviola y pronto el entrenador podrá contar también con Eto'o y Messi. Yo me he pasado semanas pidiendo refuerzos, pero ¿qué mejores refuerzos que los dos argentinos y el camerunés? En ese aspecto, debemos ser optimistas. Tampoco tenemos por qué dudar de los cálculos que hacen los técnicos, cuando dicen que la preparación física de la plantilla será óptima dentro de un mes (y el 21 de febrero recibimos al Liverpool). Si con esas bajas y con esa renqueante forma física generalizada somos líderes, en cuanto estemos al completo y en plena forma...Claro que en la primera vuelta hemos tenido el calendario de nuestro lado, con sólo una salida difícil (Madrid), lo cual quiere decir que ahora tendremos que visitar al Osasuna, Valencia, Sevilla, Atlético, Zaragoza, Villarreal...Y el éxito de estar en las tres competiciones más importantes (Champions, Liga y Copa), complica aún más el calendario. Por lo tanto, hay materia para un razonable ptimismo y para creer que partidos como el de hoy ante el Nàstic van a ser una excepción. Pero también hay que exigir una actitud más profesional, implicada y responsable por parte de jugadores que han sido fundamentales en los bueno pero que también podrían serlo en lo malo. Naturalmente, estoy hablando de Deco (que ha hecho lo imposible para que lo expulsaran) y Ronaldinho (que ha hecho lo imposible para que el Camp Nou le dedicara los primeros pitos desde que viste la camiseta del Barça). El toque de atención ya está dado.

Positifo: el partidazo Arsenal-Manchester United, con un final épico y dos golazos de Van Persie y Henry. Un resultado que salva la Premier League de la muerte súbita y convierte la derrota de los suplentes del Chelsea en Liverpool en un tropiezo menos grave. ¡Ánimo, Mou, los teneis a tiro de piedra!

Nejatifo: el culebrón Saviola, que amenaza con eternizarse y provocar una fractura en el barcelonismo. Un jugador que está en el momento más dulce de su carrera, en plena madurez profesional, con seis o siete espléndidas temporadas por delante y con la carta de libertad en el bolsillo, debería tener cinco grandes ofertas encima de la mesa y anunciar ya (como hizo Henrik Larsson el año pasado o como ha hecho David Beckham), que no seguirá en el Barça, en vez de convertirse en pieza de conflicto con la falsa disculpa de que él es ajeno a todo eso.

¡Bona nit, bona sort i visca el Barça!