¿Fichamos titulares o suplentes?

Esta noche, en la tertulia del Tu diràs, de RAC1, Jordi Basté me ha puesto en la tesitura de que defendiera mis cinco fichables que os proponía ayer: Alves (Sevilla), Naldo (W. Bremen), Schweinsteiger (Bayern), Ribéry (O. Marsella) y Elmander (Toulouse). Hice lo que pude, y después hablaron Martí Perarnau (le parecieron buenos jugadores), Toni Brosa (coincidió con esa apreciación) y Joan Patsy, que intervenía desde Buenos Aires. A la pregunta de Jordi Basté si le parecían buenos presuntos fichajes, Patsy respondió con otra cuestión: “¿Para titulares o para suplentes?”. Gran pregunta, sí señor. Porque el equipo que parecía intocable hace un año, reclama a grito pelado retoques, y no sólo una capa de pintura, sino retoques en profundidad. Pero también creo, y ya lo creía al principio de temporada, que el Barça debe tener al menos 16 titulares y que los problemas sobrevenidos este año es porque no alcanzamos esa cifra ni por asomo. Así y todo, si Messi, Eto'o y Ronaldinho no están de baja, me parece que ahí tenemos tres intocables. En tal caso yo propongo un sustituto para Giuly (Ribéry) y otro para Ezquerro (Elmander), amén de saber por la experiencia de las últimas temporadas, que no puedes hacer la plantilla pensando en que siempre jugarán los once titulares. Lo demás no tiene secretos: Alves como lateral derecho y Zambrotta lo paso a la izquierda; Puyol-Naldo de centrales; Márquez se convierte en comodín para la defensa y medio centro; y en la media titular meto a Iniesta (de cuatro distribuidor), blindado por delante con Shweinsteiger y Deco (habida cuenta de que ese equipo lo hago contando con el traspaso de Xavi al Manchester United y la marcha irreversible de Saviola).

Positifo: que hayamos pasado la eliminatoria de Copa, aunque sea de una forma un tanto penosilla, por tratarse de un título menor de los seis que nos proponíamos ganar esta temporada y que ahora, tal como se han puesto las cosas, no podemos despreciar en absoluto.

Nejatifo: el esperpéntico espectáculo del Real Madrid. Si Capello se iba del Bernabeu mandando a tomar por el saco a los hinchas, el presidente ha dado hoy una vuelta más a la tuerca de los despropósitos poniéndose a rajar a troche y moche, para salir después a apagar el incendio que él mismo había provocado.

¡Bona nit, bona sort i bon viatge a Ítaca!