Puyol, primer objetor

Me encanta que Carles Puyol se haya borrado para la pachanga de esta noche. “Primer, el Barça”. Este debe ser el compromiso de los jugadores de nuestro equipo. Esa es la actitud generosa y a la vez ambiciosa que nos ha llevado a ganarlo casi todo en dos años, de la mano de un grandísimo entrenador. El que anteponga los intereses de su marketing personal, el que encoja la pierna en aquellos partidos que no puntúan para el Balón de Oro, el que prefiera las giras de su selección al trabajo cotidiano junto a La Masia, está eligiendo el camino que menos nos conviene. Por eso Puyol me ha dado una alegría al no correr el menor riesgo -puesto que nos enfrentamos a la etapa reina de la temporada azulgrana- en una selección que no le va a mostrar la más mínima gratitud. En una selección que ya le tiene fichado, lo mismo que a Xavi, para utilizarlo al menor tropiezo como chivo expiatorio. ¿Qué méritos debe hacer Carles Puyol, que se ha partido el pecho cada vez que se viste de futbolista, para que la Brunete mediática no le tenga en la lista negra? Por eso, querido Carles, hoy te felicito por partida doble: porque veo que antepones el Barça a cualquier otro interés bastardo y, dos, porque sólo faltaría que fueras tú el salvador del pescuezo del Zapatones, que te acaba de poner al caer de un burro. Y te felicito yo, que cuando te he visto zozobrar por la proximidad para tí inquietante de Thuram, te he dado una colleja; y que cuando te veo atacado por el baile de San Vito, no me duelen prendas en ganarme la ira de los ayatolas porque te doy un tirón de orejas. Yo no te voy a tributar pleitesía y tu, un altre de Lleida, seguro que nunca me la vas a exigir.

Positifo: el éxito que tiene el once ideal del Barça histórico en El Mundo Deportivo. Yo os propongo (aunque alguien se me ha adelantado) que hagamos el Once Antideal, que yo formaría con Angoy, Okunowo, Manolo Hierro, Mario, Bogarde, Sánchez Jara, José Mari, Lucendo, Ciric, Romerito y Quique Estebaranz.

Nejatifo: los dos energúmenos que hoy han saltado, con nuestra camiseta y el dorsal de Ronaldinho, en diferentes momentos del Brasil-Ecuador, en Suecia. Si estos forman parte de esos 75 millones de seguidores que somos ya en todo el mundo, me conformaría con ser sólo 74.999.998 a cambio de no tener que pasar tanta vergüenza.

¡Continuarem remant cap a Ítaca!