Esto no cambia nada

Sé que ganar es lo que importa, aunque sea al Badalona. Pero el deprimente juego del Barça no consigue levantarme la moral. Y, ojo, que Rijkaard ha presentado un buen equipo, de esos que hace sólo unos meses me hacían exclamar que el segundo mejor equipo de nuestro país eran los suplentes del Barça. Aquí hay mucho trabajo por hacer, físico, psicológico y táctico. Lo único bueno es que seguramente los dos goles que ha marcado Gudjohnsen ampliarán el crédito del islandés entre quienes ya lo habían liquidado, al más puro estolo Maxi López. En eso no nos va a cambiar ni dios: en cuanto se nos atraviesa un jugador, cruz y raya. ¡Ánimo, Guddy!
Bueno, al menos hemos ganado en ese torneo que, de haber hecho bien los cálculos veraniegos, tenía que ser nuestro sexto título de esta temporada y, matemáticamente, aún podría ser el quinto. Pero toquemos madera, que mencionar estas cosas trae mala suerte.
Por lo demás, y desde la óptica blaugrana, el partido de Badalona confirma las dudas más que razonables que empiezan a despertar Zambrotta, Gio, Oleguer, Motta, Ezquerro, Edmílson...Giuly carece ya de la chispa que tenía hace unos meses (¡en Milán, carajo!), y Saviola no aporta más que un toque de melancolía al equipo. Puyol, aunque me pone de los nervios, y Xavi, son más fiables por lo que ya nos han demostrado que por lo que hacen en la actualidad, y Jorquera puede ser nuestro Hilario. O sea: mejor esperamos al Recre para sacar conclusiones un poco más fundadas antes de la visita del Chelsea (que con muchas rotaciones, hoy ha eliminado al Blackburn Rovers en la Copa de la Liga, a partido único y con un 0-2, goles de Joe Cole y Salomon Kalou).

Positifo: que veo que Gabri sigue siendo pieza importante en un Ajax imparable, y ha marcado el primer gol 2-0 ante La Haya. Y Reiziger también ha marcado en el festival del PSV frente al Sparta de Rotterdam (7-0), con hat trick del peruano Jeffersson Farfán, al que haríamos bien en echarle el ojo.

Nejatifo: Las prisas sospechosas que le han entrado a nuesta directiva por hacer una faraónica ampliación del estadio, construir pisos y hoteles en el Miniestadi y vender (ellos dicen “transformar”) gran parte del patrimonio heredado, algo para lo que, en mi opinión, carecen de legitimidad moral, después de haber obstaculizado en su época de Elefant Blau todos los proyectos que elaboró el club para optimizar (¡sin vender ni un palmo cuadrado!), ese patrimonio. (Tema del que doy una pincelada en la contra de Mundo Deportivo).

¡Qué boniques son Ítaca...i Badalona!