¿Catalunya és menys que un club?

En vez de reunirse con el presidente de Renfe, que podría mejorar tanto la vida a los catalanes; con el de Autopistas, que podría rebajarnos los peajes; con los patronos del ladrillo reunidos en Barcelona Meeting Point, que podrían reducir los márgenes de su negocio especulativo; con los de la Banca, que podrían comprometerse a rebajarnos las hipotecas...en vez de mejorarnos la vida a todos los catalanes, los aspirantes a gobernarnos durante los próximos cuatro años, buscan la foto con el presidente del Barça. Nunca Laporta podía llegar a más ni Catalunya podía llegar a menos. El abrazafarolas que tenemos por presidente, que sale a la ventana cuando pasa el meteosat para ver si sale hasta en la foto del mapa del tiempo, que se patea el mundo en una campaña de autopromoción que produce sonrojo, pierde el culo por tener protagonismo en la campaña electoral. Un protagonismo que, hasta el momento, le había arrebatado otro ex presidente azulgrana (por unos días), Xavier Sala Martín...Ya sabemos que el Barça no es un club normal, y estamos orgullosos de esa peculiaridad. Pero, por el amor de Dios, luego no vayamos diciendo que queremos que Catalunya sea un país como los demás.

Positifo: que hemos vuelto a tener la suerte de los campeones ante el Recre, como ante el Athletic y el Sevilla, y hemos conseguido un resultado que nos da moral de cara al compromiso tan importante que nos espera el martes frente al Chelsea en el Camp Nou. Pero...aún admitiendo que contra el equipo de Mourinho nos puedan regalar un penalti como el de hoy, para desencallar el partido, que nadie espere de los centrales de los blues la blandura de Supermario y sus camaradas.

Nejatifo: que la gran ilusión que había despertado en toda Catalunya el ascenso del Nàstic y el más que aceptable juego del equipo, no encuentre la recompensa merecida en los resultados. Hoy mismo, frente al Real Madrid, un empate habría impartido un poco de justicia.

¡Ítaca també és a les platges de Tarragona!