Las dos Españas

“Españolito que vienes al mundo, te guarde Dios, una de las dos Españas ha de helarte el corazón”. Lo dijo Machado y es una verdad como un templo. Si el gran poeta sevillano se levantara de su tumba de Colliure, podría reeditar sus versos refiriéndose a la selección española: la del fútbol y la de baloncesto. Mientras la del fútbol ha dejado para la historia de la secesión portadas memorables como la de “Sobra Guardiola” (y,ojo, que lo dice quien nunca ha comulgado con el Pep), o preguntas sonrojantes como la de ayer a Puyol: “¿Tu sientes la selección?”, en la España del baloncesto nos podemos sentir incluídos. Todos no: ya sé que para algunos hay demasiados catalanes. ¡Si hasta hablan en catalán entre ellos!. Pero al menos el entorno de esa selección, desde que mi ex discípulo Tomás Roncero dejó la canasta para consagrarse en cuerpo y alma al Real Madrid, ese entorno es otra cosa. (Y cito a Tomás al referirme a una Eurocopa en la que España hizo un buen resultado un día en que no jugaba ningún compatriota mío, y Roncero tituló su crónica en El Mundo: “¡Y sin catalanes!”). La diferencia entre el entorno mediático que existe entre las selecciones de fútbol y de baloncesto, simbolizan un poco esas dos Españas. Lo que un día en fútbol era “¡Sobra Guardiola!”, en baloncesto hoy es “¡Falta Gasol!". Aunque ya sé que para muchos, más vale que sobre que no que falte.

Positifo: el privilegio que tiene uno, todavía a su edad, de compartir tertulias como la de ayer en La Graderia, con Ramon Besa (País) y Nino Buscató, el mejor base de la historia del baloncesto español. Pagaría por ello. Privilegio que el lunes por la mañana tendré en “El mon a RAC1”, de Xavier Bosch, con Santi Nolla y Jordi Basté, y por la tarde, desde un asador (en BCN también tenemos asadores), otra que espero sea muy agradable, con otros dos viejos roqueros, Quique Guash y Andrés Astruells. ¡Ah!, trasmitida por la Cope, donde ya sabeis que es colaborador estrella Johan Cruyff. Para que veais que yo soy siempre positifo.

Nejatifo: el bodrio de partidos internacionales de escasa entidad, junto a alguno decente, que nos interrumpe las ligas nada más comenzar. Y mientras, la FIFA sigue con sus alcaldadas, como la que podría perpetrar contra los mejores clubs del fútbol portugués, ante el silencio cómplice de todos los demás.

¡Bon dia, bona sort i Visca el Barça!