Nuevamente sin Liga

Pues va a ser que no: por tercer año consecutivo no va a haber Liga. Ni fichando a Fabio Capello, ni dando ese giro copernicano hacia el resultadismo, el Madrid se va a comer un rosco en el campeonato español. Otra cosa distinta podría ser la Champions, porque eso es una especie de lotería que depende de muchos factores. Aunque Capello, con ocho jugadores finalistas del Mundial (entre italianos y franceses), no ha llegado este año ni a semifinales. En el Madrid, a Capello le pasará, corregido y aumentado, aquello que decía John B. Toshack: "El lunes quieres hacer cambios, el martes ensayas nuevas jugadas, el miércoles empiezas a perfilar el equipo...y el viernes te das cuenta de que tienes que poner a los once cabrones de siempre". Lo digo porque Cesc no va al Madrid (me alegro por él, habría sido otro caso Milla o Celades), lo mismo que Diarra y Cristiano Ronaldo. Antes también hicieron sendas botifarras Robben y Kaká. Me veo a Fabio echando mano de Míchel Salgado, Helguera y Raúl Bravo, dándole la manija a Guti y postrado de hinojos ante Raúl. Grandes especialistas todos ellos en hacer la cama al entrenador. ¿Los brasileños? como la vieja guardia sigue enquistada y con mando en el vestuario, van de perdedores, como lo fueron al no apoyar a Vanderlei Luxemburgo, cuando su equipo estaba vivo en tres frentes. Y eso que sobre la base de Cicinho, Baptista, Ronaldo y Robinho se podría reconstruir un equipo. Pero tampoco acabo de ver cómo encajan en un esquema a la italiana. O sea que, por tercer año consecutivo, no habrá liga.

Positifo: que Ángel Mur se jubile por la puerta grande (dudo que lo haga realmente, como su padre, que nunca se jubiló del todo) después de 33 años siendo la conciencia del vestuario del Camp Nou. Un barcelonista con mucho tacto, algo que en nuestro club es un lujo. Pocos recordarán que fue también un buen futbolista, defensa lateral derecho, que se retiró muy joven precisamente para tomar el relevo de su padre. Le recuerdo con el Gijón (entonces no se llamaba Sporting) y con el Sant Andreu: Joanet, Mur, Domènech, Moya, Patro, Tovar,...

Nejatifo: las evasivas y poco convincentes palabras de Zidane en una comparecencia televisiva rodeada de gran expectación y decepcionante. Simpre he pensado que los provocadores, piscineros y simuladores son una lacra a erradicar en el deporte. Pero, aún admitiendo que Zidane fue provocado (el mismo Materazzi ha admitido que le insultó), no lo fue hasta el punto que justifique su reacción.

¡Bona nit, bona sort i Visca el Barça!