Toreros muertos

Voy a terminar con el enojoso tema del paso español por el Mundial. Me fastidia ya ese esperpento. Pero me fastidia también que aún se siga desde la caverna dando autobombo a lo que sólo debería provocar vergüenza y arrepentimiento. “Lo mejor de España en el Mundial, su afición”, decía todavía ayer una presentadora de La Sexta, en la tertulia-velatorio de la mañana. Pero, rica: ¿no te enteras, Contreras, de lo que pasa en el mundo o es que no te apartas del guión así te maten? Me recordó aquellos periodistas (malos, por supuesto), que van a entrevistar a un personaje y llevan todas las preguntas ya escritas.
-”Esta mañana he recibido una llamada del nuevo presidente del Real Madrid y he decidido aceptar su oferta para entrenar al equipo en los próximos tres años” -le revela Johan Cruyff, pongamos por caso, en rigurosa exclusiva mundial. Y nuestro mal periodista sin apartarse del guión, continúa:
-Y sus progresos con el golf, ¿cómo van?
Terminemos con el tema del entorno de la roja. Ha sido la afición más hortera. Y la peor: la más antideportiva, la única que ignora el significado de la palabra fair play. Sí, ya sé que llevar un gallo francés al estadio tampoco es muy fashion. Pero lo de ponerse a hacerles gritos simiescos a los jugadores franceses, lo de silbar La Marsellesa, lo de ponerse berrear “el que no bote gabacho es”...Que, a quienes ya nos lo hemos oído en más de una ocasión, nos suena a “polaco es”. ¿O es que no nos lo han cantado nunca?

Positifo: que Luis Aragonés, tan representativo de ese modelo casposo, retrógrado y ancestral de país, parece tener los días contados como seleccionador español. Yo propongo -y no es broma, ahí va un tema a debate- a Jorge Valdano. Hay que dar un vuelco radical en la imagen.

Nejatifo: la patética imagen de Luis Aragonés, aferrándose al cargo quejándose de que el único argumento para darle el finiquito es “una frase errónea” pronunciada por él mismo. Que no, hombre, que es un cúmulo de argumentos, deportivos y extradeportivos, los que aconsejan su marcha. Debería aplicarse una frase, también suya, pronunciada la víspera de su eliminación: “Creo que ya me toca”.

¡Bon dia, bona sort i Visca el Barça!