Zambrotta, Milito, Chivu...y Olmo

Ahora se ha puesto de moda eso del central-lateral. Es decir, un futbolista que juega de central pero que también puede hacerlo como lateral, y viceversa. Normalmente, se trata de jugadores poco idóneos para desdoblarse al ataque como harían un Belletti, Cicinho, Sylvinho o Roberto Carlos. Se trata, pues, de futbolistas con un único rol: defender. ¿Eso es malo? Si defienden bien, es bueno. Porque, para atacar, en un equipo bien organizado, ya están los demás. Lo que esperamos de ellos es que sean buenos defendiendo pero les pedimos polivalencia en la defensa: que puedan jugar indistintamente como laterales (defensivos) o como centrales. Hay ejemplos en los grandes equipos de este perfil de jugador. En el Barça tenemos a Puyol y Oleguer; el Madrid tiene a Sergio Ramos; en la Juve, Zebina, Cannavaro y Thuram (no me consta Zambrotta); en el Roma, Chivu; en el Valencia, Moretti...
Pero, en la práctica, casi ninguno de esos jugadores es "lateral y central" sino una sola cosa. A Sergio Ramos, por ejemplo, acababa de devolverlo el inepto Luis Aragonés al lateral y ya le piden que forme tándem central junto a Puyol (que es lo más fiable y sensato). El propio Puyol, empieza a ser reconocido ahora como central y sólo central en la selección, tras verse obligado c asi a mendigar un puesto...incluso como lateral izquierdo.
La polivalencia a la larga queda superada por la especialización: si Puyol es mejor y rinde más como central, ¿por qué devolverlo al lateral derecho? Y a la inversa, si Oleguer funciona bien -aunque ya sé que recibe desmesuradas y no siempre justas críticas- como lateral derecho, ¿para qué ponerlo de central? A los jugadores no hay que estarlos moviendo salvo en situaciones excepcionales.
Por lo tanto, con el cupo de laterales cubierto (Belletti, Oleguer, Gio y Sylvinho), dejémonos de chorradas -yo, el primero- de proponer jugadores que puedan actuar de central y de lateral. Y centrémonos "sólo" en reforzar esa zona del equipo con un buen central. Rijkaard y un servidor ya nos hemos decidido. Es de la casa y se llama Olmo.

Positifo: que Gabri haya dejado el Barça por la puerta grande, como campeón de Europa pese a que su concurso al equipo haya sido menor. Trece años en la casa, una conducta intachable y una profesionalidad digna de elogio, son el mejor aval para el equipo que le abra las puertas. Todo señala que es el Ajax, una excelente elección que, además, le permitirá jugar la Copa de Europa.

Nejatifo: que el Barça B haya quedado fuera de los playoffs por el ascenso. Y que se viera envuelto de forma indirecta en el escándalo de Benidorm, en el último partido, donde el presidente del club levantino despidió durante el calentamiento al entrenador (el ex azulgrana Ángel Pedraza), rehizo toda la alineación y ganó a los azulgrana por 2-0.

¡Bon dia, bona sort i Visca el Barça!