¡Vaya via crucis!

¡Cómo tarda en llegar ese Milan-Barça! A los dos equipos se les hace eterno, según me ha parecido apreciar en sus partidos de esta tarde, Milan-Inter y Barça-Villarreal. Cero patatero en fútbol. El Milan ha jugado al ralentí, con una lentitud exasperante, sin imaginación ni entusiasmo para romper el catenaccio del Inter, lo que sólo ha conseguido en una ocasión, a remate del defensa georgiano Kaladze, el que forma el eje central con Nesta. Parecía un partido de veteranos. Un bodrio...que al menos al Milan le permite presionar al Juventus y mantener esperanzas de alcanzar el scudetto, algo que parecía imposible semanas atrás. Pero el Milan, como no puede despreciar ningún punto, ha tenido que sacar el equipo al completo, con la baja de Inzaghi, que sí jugará contra el Barça en vez de Gilardino.
¿Y el Barça? Horroroso, repartiendo mucha leña ante un rival que también tiene Copa de Europa, perdiendo tiempo...Lo que menos me ha disgustado es la posibilidad de ver a la gashina Maxi, que ha marcado uno de esos goles que cuando los marca Tamudo todo el mundo dice que es un gol de pillo: ha robado la cartera a Peña pero, incomprensiblemente, el árbitro se lo ha anulado. Buen partido de Giuly, pésimo de Van Bommel y de Edmilson como central, desquiciado Deco (no entiendo que no haya sido expulsado) y goleador Eto'o aunque excesivamente egoista.
Y eso, ante un Villarreal sin su centro del campo al completo (Senna, Tacchinardi, Sorín), sin su goleador (Forlán) y con sólo tres jugadores en la alineación que fueron titulares ante el Inter (Peña, Arruabarrena y José Mari).

Positifo: que Márquez esté a punto para San Siro y podamos recomponer la defensa titular: Oleguer, Puyol, Márquez, Gio.

Nejatifo: la lesión de Larsson que unida a la de Messi reduce la capacidad de maniobra de Frank Rijkaard, que no tendrá más remedio que alinear en Milan a Giuly, Eto'o y Ronaldinho.

¡Bona sort, bon fi de setmana i Santes Pasqües!