¿Podemos ganarles?, pregunto

No hablo de la eliminatoria, que para mi tiene un claro color blaugrana, sino del partido playero de Stamford: ¿Podemos ganarles? Pregunto. Y mi respuesta es inmediata: no con este entrenador ni con sus consejeros áulicos en cuyas doctrinas abreva. Por ahora, contando tres ediciones de la Copa del Rey, una de Copa de la UEFA y una de Liga de Campeones, Frank Rijkaard ha sido incapaz de culminar ninguno de esos retos. Son títulos, no todos ellos menores, tirados por la borda. ¿Por qué? Porque los torneos de eliminación directa hay que plantearlos como si se jugaran a partido único: el de vuelta, para disfrutar, pero con la eliminatoria ya a buen recaudo.
Oigo comentarios del jaez: "Prefiero el Chelsea a doble partido que en la final". De entrada yo ya firmaría ahora estar en la final, contra el Chelsea (algo que ya no podrá ser, naturalmente) o contra quien sea, preferiblemente el Glasgow Rangers (lo digo por analogía con el Sampdoria). Pero, ¿a doble partido? ¿creemos que el Chelsea es el Zamora? acabamos de tener una amarga experiencia con el Zaragoza (y también la tuvo el Madrid) y eso que teníamos la ventaja de campo. Sin alejarnos de Londres, hace un año también nos enfrentamos al Chelsea a doble partido. Yo sí que quiero eliminar al Chelsea a un solo partido: en el de ida. Que supongo es la mentalidad con que todos los tres italianos (los más competitivos en la historia de la Champions), afrontan sus eliminatorias. Pero, con la mentalidad Rijkaard y las fuentes de la eterna sabiduría en las que se sacia su sed de conocimientos, ¿podremos eliminarles? pregunto.


Positifo: que la UEFA, además de sancionar a Essien (que no lesionó a nadie mientras se rompen piernas como las de Alan Smith, Totti,...), haya designado para Stamford Bridge un árbitro "de cámara" para el Barça, con el que el equipo azulgrana nunca ha perdido, además de señalar un penalti inexistente a Messi en el campo del Werder Bremen.

Nejatifo: que da la impresión de que los servicios técnicos del Barça están pasando factura a Maxi López (el gran revulsivo de hace un año ante el Chelsea) y a Gabri, por no haber aceptado la cesión o la rescisión, que habría aligerado un poco la nómina (ya que por otros conceptos esta directiva es incapaz de generar recursos).