África empieza en La Jonquera

¿Eto'o mejor jugador de África? Que me digan que es el mejor jugador africano, lo acepto, pero ¿de África...? No será por lo que ha hecho este año con Camerún ya que ha contribuído como nadie a que los leones indomables no entraran en la Copa del Mundo (rehusó lanzar el penalti decisivo) y a que la gran superpotencia del fútbol continental perdiera la Copa de Naciones (al fallar el penalti decisivo). Tan orgullosos, y con razón, de su soberanía los africanos a veces reproducen esquemas del antiguo imperio colonial. En el neocolonialismo ya no deben rendir pleitesía a París o Londres sino a lo que decidan las grandes multinacionales. En el caso del Balón de Oro africano, quienes mandan -como en el europeo y en el mundial- son las marcas que visten y calzan a los futbolistas. Pero, al elegir a futbolistas que triunfan en Europa, están creando ídolos mediáticos, hombres-anuncio que venden camisetas y pastillas de chiclé pero, ¿se promociona de ese modo el fútbol africano o se fomenta la frustración de quienes todavía no son lo bastante buenos como para fichar por un equipo europeo? En América, los mejores del año no son los Kaká, Ronaldinho o Adriano sino los que se quedan allá, los Apache Tévez y compañía. África tenía este año una gran oportunidad de premiar a futbolistas que han puesto al continente en el Mundial. Modestos futbolistas de Togo, de Angola, de Costa de Marfil...Pero han preferido mirar reverencialmente a Europa, la cuna del imperio y sede de los nuevos imperialistas. África, decididamente, empieza en los Pirineos.

Positifo: que Laporta haga al revés que Franco, que ponía partidos de fútbol para abortar manifestaciones. Definitivamente, un país que sacrifica lo más sagrado, o sea el fútbol, por una manifestación reivindicativa de la índole que sea, es un país tocat de l'ala.

Nejatifo: que Carles Puyol, nuestro Espartaco, sienta unas molestias a pocas horas del Betis y a pocos días del Chelsea. Por fortuna, Tachito ha tenido la feliz ocurrencia de retrasar cuatro horas el partido ante los andaluces para que todo el barcelonismo pueda llevar a sus hijos a la manifestación, y Puyol dispondrá de cuatro horas más para recuperarse. Aunque los niños, a esas horas y más con el tute que se habrán dado en la mani, no podrán gozar de su actuación en defensa de la gloriosa camiseta azul y grana (o amarilla limón).