Ahí viene la plaga

Si algún punto de coincidencia existe entre el guaperas rubiales del Atlético de Madrid, anunciante de Pepe Jeans y con estampa de wasp, y el enjuto caracandao Claudio Piojo López, es el Barça: ambos han encontrado en los enfrentamientos de su equipo con el azulgrana la plataforma de su vindicación profesional, el trampolín hacia la primera línea mediática mundial. El Piojo se ganó un supertraspaso al Lazio, jamás amortizado porque el equipo predilecto de los fascistas romanos...no ha tenido al Barça como rival (aunque, contradicciones de la historia, el Lazio rehusóbjugar con el Barça en las postrimerías de la directadura franquista porque el inquilino de El Pardo tuvo la macabra ocurrencia de firmar unas pocas sentencias de muerte). Y el Niño ya recibe elogios hasta en The Guardian (gràcies yrf): lo que a los galácticos del Madrid se les niega una y otra vez, él lo realiza con asombrosa facilidad. Se ha convertido en nuestro nuevo piojo, el Piojo Torres. Claro que si en vez de ir contando records nos hubiéramos repasado los vídeos de lo que hicieron Kanouté, Baiano, Joseba Etxeberria, Bodipo, Ewerthon y Diego Milito con nuestro actual armatoste defensivo, habríamos utilizado a tiempo el fungicida. Porque no ha venido sólo un piojo: ha venido una plaga.

Positifo: que gracias a que el Comité de Competición decidió invertir el orden de los castigos a Ronaldinho (que debía cumplir ante el Atlético la sanción por tarjeta roja directa y ante el Valencia el partido por acumulación de amonestaciones), doy por seguro que el Comité de Apelación rebajará la tarjeta roja del brasileño a amarilla (que era la que debió mostrar el árbitro Rodríguez Santiago).

Nejatifo: que entre Samuel Eto'o (por lo que viene de fallar) y Fernando Torres (por lo que acaba de meter) hayan vuelto a poneral Barça en primera línea mediática mundial.