Somos el segundo mejor equipo

Ya lo habéis visto: sin figuras, claro que ante el Zamora. Pero, ¿habría sufrido este equipo ante el Cádiz, el Getafe o incluso ante el Osasuna? Por lo tanto, este Barça, aún sin Deco, Xavi, Ronaldinho, Messi y Eto’o, tiene nivel y calidad para superar a cualquiera de los rivales que le puedan corresponder en cuartos de final. Que pueden ser unos cuartos de final emocionantes. Claro que si nos tocan el Valencia, el Madrid o el Depor, prefiero encararlos con el equipo al completo.
Por fin la Copa, a partir de esta fase, recupera el prestigio que siempre tuvo. Lástima de los años perdidos en experimentos estúpidos por ese falso romanticismo de querer primar las sorpresas y a los equipos menesterosos. Quisimos copiar a los ingleses y no supimos hacer ni eso, porque ellos juegan a partido único pero sin prórrogas ni penaltis (que es en donde se atrincheran los equipos flojos en España). Allí, si empatas en Figueres, Gramenet o Novelda, desempatas en el Camp Nou. Ya sé que abrir el Camp Nou con visitantes como el Zamora es ruinoso: también eso lo han previsto los ingleses, porque priman económicamente a los ganadores con la misma bolsa, suculenta, sea cual sea el rival y el escenario.
Pero, sin querer sacar pecho por lo de esta noche, acabo de afirmar en la tertulia de RAC1, junto a Jordi Basté y Martí Perarnau, que este Barça me recuerda al legendario Bill Schankly, cuando para ningunear al Everton dijo aquello de que Liverpool tenía dos grandes equipos: “el Liverpool y los suplentes del Liverpool”. En la liga española también hay en estos monetos dos grandes equipos: el Barça y los suplentes del Barça. Somos, por lo tanto, el segundo mejor equipo de España. También.


Positivo: las palabras de Míchel Salgado tirando al madridismo (que si algo le sobra es xenofobia) contra los jugadores extranjeros. Una vez echado Luxemburgo, parece que el cabecilla del “clan español” del Bernabeu ya se ha quitado definitivamente la careta.

Nejatifo: el fracaso de otro entrenador sudamericano de prestigio en Madrid. Al menos me queda como consuelo pensar que quienes no queríamos a Carlos Bianchi como sustituto de Louis van Gaal, a lo mejor no íbamos tan mal encaminados.

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