San Isidro Segador

¿Qué puede hacer el Madrid para frenar al Barça? Poner los siete defensas con que Luxe ha parcheado la clasificación de su equipo en los dos últimos partidos. Y encender muchos cirios a San Isidro Segador. ¿Labrador? No, Segador, porque si Pablo García, Diogo, Sergio Ramos, Helguera, Pavón, Míchel Salgado y Roberto Carlos no se dedican al bucólico arte de la siega –en el que varios de ellos son consumados maestros-, no hallarán el modo de sujetar ese ventarrón que es el Barça cuando la batuta de Xavi empieza a dirigir el concierto y la mies es mucha. Lo siento. Siento que un equipo grande haya tenido que caer tan bajo, que la poesía de Valdano haya sido sustituída por la prosa del bilardismo más rústico. Pero, cuando el hambre de títulos aprieta, hasta los paladares más exigentes se tiran a por un mendrugo. Dos mendrugos (en el campo del Betis y ante el Zaragoza), es lo que ha permitido al Madrid no morirse de hambre. Pero, ¡cómo se agarran a la vida estos jodidos! ¡ni con las bajas de Zidane, Ronaldo, Baptista y Helguera puedes darles por muertos! Por eso volverán a aferrarse a lo único que les queda, lo que les asiste en las situaciones límites, lo que ha contribuído a forjar su leyenda, lo que les ha convertido en el club más destacado del siglo XX, lo que ha hecho del Bernabeu el coliseo más venerado del fútbol y del miedo escénico…por eso, digo, se aferrarán de nuevo a lo que jamás les falla ante el Barça, más milagrero incluso que San Isidro Segador: el arbitraje.


Positifo: la buena impresión que han dado Maxi López, Larsson, Ezquerro y Gabri en la pachanguera semifinal de la Copa de Catalunya ante el Nàstic de Tarragona (6-0). La entrega de habituales suplentes para aprovechar cualquier ocasión, muestra el clima de positiva competencia que existe en el Barça.

Nejatifo: que Luis Aragonés no reserve esta noche a Puyol, Xavi, Salgado y Raúl, a tres días del clásico del Bernabeu, en un partido en el que todos ellos se exponen a correr riesgos que deberían ser evitados.


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