Xavi nos lleva a la gloria

La magistral conducción del Barça por parte de Xavi ha propiciado un partido casi perfecto ante la Real Sociedad: tuvo ritmo, goles, espectáculo, el público se lo pasó bien del primer al último minuto y no sufrió en ningún momento por el resultado. Entonces, ¿por qué digo casi perfecto? Porque al Barça le faltó rival pues el equipo donostiarra es el más blando y conformista que he visto desfilar por el Camp Nou en mucho tiempo. ¡Casi peor que el Betis ante el Madrid!. Es verdad que la emoción fue sustituida por la fiesta y la grada se lo pasó bomba. Y que este es el tipo de visitantes que agradan al público, no aquellos que se defienden de un modo agresivo y ambicioso. Al público no le gusta que haya partido ni el fútbol: al público le gusta ganar y si puede ser por aniquilación, miel sobre hojuelas.
Pero, dejando al margen ese detalle que no es imputable al Barça sino al público y a la Real Sociedad, el equipo estuvo colosal, con un Xavi mandón -¿ganaré adeptos en mi cruzada por considerarle el mejor mediocentro que tenemos?-; los brasileños desmelenados (hasta Edmilson se sumó a la samba de Sylvinho y Ronaldinho, el mejor); un Van Bommel cada vez más metido en nuestro estilo; Iniesta, impecable; Larsson en vena goleadora...
Hasta Rijkaard estuvo acertado y oportuno al cambiar a las vacas sagradas -me recordó a Mourinho, dicho como elogio del entrenador azulgrana- porque el equipo ahora ya no tiene ataduras ni dependencias: ni de los goles de Eto'o (lleva dos jornadas sin marcar), ni del cierre de
Márquez (ayer ausente), y hasta Víctor Valdés se está metiendo en el bolsillo a sus detractores (cero goles en cuatro partidos, contando el de Champions).

Positifo: la herencia deportiva recibida por Laporta (Valdés, Xavi, Oleguer, Iniesta, Motta, Puyol, Messi, Gabri, Fàbregas, Piqué, Giovanni dos Santos, etcétera), que unida a la gran gestión deportiva de Rosell (Ronaldinho, Sylvinho, Edmilson, Deco, Belletti, etcétera), nos permite gozar de un gran equipo.

Nejatifo: el modo de ensalzar a Laporta que tienen algunos políticos perdedores, consistente en manipular el pasado y escupir sobre la historia del Barça (costumbre, por otra parte, muy arraigada entre algunos queridos colegas y también entre muchos de mis consocios).

Sevilla, y Andalucía toda, tan parecidas a Ítaca en muchas cosas...