¡Por fin llegaron las lesiones!

Tener una plantilla amplia y de calidad empieza a darnos dividendos. No como a otros que purgan el carecer de sustitutos adecuados. Como ocurrió hace un año, las lesiones –aunque parezca una paradoja- han venido en auxilio de Rijkaard cuando más lo necesitaba. Por ejemplo, cuando le presionaba Cruyff sobre el mal momento de Deco, va el portugués y se nos lesiona: esas semanitas de asueto hasta el superclásico del Bernabeu, le vendrán de perlas. ¿Discutíamos sobre Belletti? ¡Zas, cae como un pollo!. Lo cual facilitará –o así lo espero- el pronto acceso de mi protegido Gabri a la titularidad. También lo quiero fresco y con ganas para la Castellana. ¿Y delante? Si nuestro entrenador pretendía convertir a Larsson en el cuarto hombre, le petit Giuly dará al traste con sus planes. ¿Y en el medio campo? El percherón holandés –hablo de Van Bommel- va a tener al menos continuidad para hacerse al ritmo de esta nueva cultura futbolística en la que debe encajar, pues condiciones, sobre todo físicas y de carácter ganador, no le faltan: con que aplique las decisiones medio minuto después de tomarlas, me conformo. Mi centro del campo ideal, en las circunstancias presentes, lo formarían Xavi (de cuatro: soy el único ser en el universo que lo veo en esa posición, dada su maestría para conducir al equipo, y que es casi imposible quitarle el balón y que nos peguen un susto en esa zona tan delicada), Van Bommel…e Iniesta. Porque a Márquez, fantástico ante Osasuna y en Coruña –creo recordar que el desastre viene cuando él no está en el campo- lo incrustaría para siempre en el centro de la defensa. Junto a un penoso Puyol que parece haberse quedado en un futbolista del montón (lo digo con pena pero con conocimiento de causa porque, además de nuestro equipo, veo jugar a otros de primer nivel).

Positifo: que le hayan levantado la injusta y estúpida tarjeta a Beckham (como considero que lo fue también la roja a Gravesen).

Nejatifo: que “para no rearbitrar” (porque entonces tendrían que haber pitado un penalti contra Osasuna), no le hayan quitado la injusta tarjeta amarilla a Messi, barbaridad que aún confío en que sea rectificada por el Comité de Apelación.


La Rosaleda fue Ítaca para el Málaga contra el Betis