Poblemes i dissolusions

Hace sólo una semana, estas páginas electrónicas rebosaban optimismo azulgrana. Hoy, lamento decirlo, las circunstancias que rodean a nuestro primer equipo no invitan precisamente a tener el ánimo erecto sino más bien mustio y pansido. Es como si nos hubiera sobrevenido una catástrofe natural. Lo peor es que, ante la inminencia del desastre, recibimos ayuda inmediata: la Cruz Roja echó a Oliveira en el Betis-Barça; la UNICEF nos puso en sazón al Atlético de Madrid; Médicos del Mundo dejaron al Mallorca, ¡al Mallorca!, en cuadro en el Camp Nou y, como final de fiesta, Payasos sin Fronteras nos hicieron tronchar de risa ante el Zaragoza. Y, sin embargo, toda esa ayuda no nos ha servido sino para ir a cinco puntos del Getafe y a tres del peor Madrid de lo que va de siglo.
Más que Nueva Orleáns, parecemos uno de esos países subsahelianos, a los que nunca basta con la ayuda que reciben. Aunque nos condonasen la mochila que dejó Gaspart, seguiríamos puliéndonos el patrimonio que dejó Núñez, debido a la incuria y desidia de nuestros dirigentes.
¿Pues no nos sale hoy l’amic Jan repitiendo que quiere llevar parte del club a Montjuïc para revitalizar aquel cementerio después de convertir nuestra Ciutat Esportiva en un camposanto? ¿Es que ya no le quedan más renovaciones de contratos en la chistera? ¿Qué camelo nos presentarás si pinchamos en el próximo partido, amic Jan, para disimular tus limitaciones, que son muchas y graves? ¿politizar más el club, acaso? ¿convertirlo en instrumento de tus ambiciones personales, tal vez…?
¿Y estos assalta taulells se sienten legitimados para hacer aguas mayores sobre los Estatutos y convocar elecciones cuando más convenga a sus intereses? ¿Cómo no voy a estar depre, si el espejo que hace una semana me devolvía sulussionats todos los poblemes hoy me muestra la imagen cotidiana de la prepotencia casposa y el choriceo camorrista aferrado al momio con desenfrenado y frenético frenesí?


Nejatifo: que Rijkaard, presionado por el entorno mediático, se haya mostrado débil y cobarde. Porque, ¿cómo explica dejar fuera de la alineación a Van Bommel tras su contribución fundamental a encadenar dos 4-1 seguidos? ¿cansancio? ¿lo reservaba para la selección holandesa con la que no ha sido convocado? ¿era “la torna” de Xavi, como Deco lo había sido de Ronaldinho en Sevilla?.


Positifo: que cada vez son más los barcelonistas que se atreven a reconocer que les gustaría que su equipo jugara como el Chelsea de Mourinho o como el Juventus de Capello (sí, el que ganó el Gamper con suplentes y dándonos un recital de fútbol moderno). Claro que también siguen siendo muchos los paletos que todavía creen que Europa se levanta cada mañana preguntándose que ha hecho el Barça: ¡Zoy der Barsa, cazi ná!

¡Esa tierra que avistas no es Ítaca, Maxi López: son las Malvinas!