Más fútbol, por favor

Lo que hace un par de años criticábamos del Madrid y nos permitió adivinar como el inicio de su decadencia, lo ha copiado con sumo deleite nuestro presidente: un Barça fashion, ha renovado al entrenador porque es fashion, y ya puede presumir de haber prestado su instalación emblemática, el Camp Nou, para que haga de pasarela Gaudí. A mi que me perdonen pero, como soy de la vieja escuela, la única pasarela que admito en el fútbol de altísima competición es Daniel Passarella, el capitán de la selección argentina campeona del mundo en 1979, una selección de supermachos, como lo eran Gallego, Olguín, Galván, Marito Kempes y Leopoldo Jacinto Luque. No soy capaz de imaginarme a cualquiera de ellos pasando una colección de Toni Miró sino marcando el territorio en la final ante una de las mejores selecciones de la historia, la Naranja Mecánica, pese a que nuestro gran Johan Cruyff ya se había borrado de aquel Mundial.
Cortinas de humo
La Pasarela Gaudí, el caso Messi, el padre de Messi, la renovación de Messi, el amago de impugnación del Madrid, los premios de simple valor comercial que Nike consigue para sus jugadores (premios menores para replicar sin éxito a los Balones y Botas de oro de Adidas), la renovación de Rijkaard, la tercera vuelta al Barça de Valero Rivera, previa a su cuarta salida…Todo eso no es más que polución, contaminación informativa. Cortinas de humo que tanto al Madrid (3 puntos en dos salidas, cero en casa y lo de Lyon), como al Barça (3 puntos en casa, 1 en dos salidas y 3 en Bremen), les vienen muy bien para ganar tiempo a la espera de la jornada intersemanal.

Periodismo furtivo
Que vuelva el fútbol y que todos los holgazanes que viven de él sin dar un palo al agua –asesores jurídicos, agregados comerciales, padres de futbolistas, representantes de futbolistas, políticos, federativos, sindicatos de futbolistas- búsquense la vida por otro lado incluso trabajando, en el peor de los casos. Pero, porfa, ¡fuera todos del fútbol!. A los enfermos como un servidor que no bajamos de los seis o siete partidos semanales (algunos simultáneos, como el pasado domingo a la hora del vermut, Liverpool-ManU y AZ-Ajax), nos revienta tener que seguir la inercia del periodismo furtivo, el que caza fuera del coto legal que es, o debería ser, el rectángulo donde durante hora y media se desatan las más maravillosas pasiones.

Positifo: que vuelva el gran fútbol al Camp Nou con un Valencia imbatido y al que Rijkaard ha sido incapaz de superar en sus visitas al estadio azulgrana. Es una vergüenza que juegue Aimar, tras el escupitajo a Capdevila, y una pena que no lo haga Kluivert, a quien muchos profesamos un gran afecto y gratitud. Me gustaría recibir opiniones sobre el partido, que yo lo veo de mucho sufrimiento para el Barça, pocos goles y decisión a balón parado.

Nejatifo: el grave y cobarde error del árbitro de Montjuïc, que ha permitido al Madrid maquillar su imagen con la amenaza de impugnar el partido, lo que habría podido crear una situación caótica, para después retirarla. Impugne a su entrenador, don Floren, que aún se equivocó antes que el árbitro y más gravemente, al retirar del campo a Pablo García para poner a Guti, lo opuesto al uruguayo, con lo que Lo Pelat se soltó el pelo y hundió al Madrid.


Tranquilo, Patrick, Ítaca no se va a mover del sitio